Alguien alguna vez lo dijo y muchas personas decidieron creerlo (ciertamente la fe viene por el oír), que la Biblia es un libro difícil de leer, siendo que ni el primero, ni todas las demás personas que le siguieron se han dado la oportunidad de tomar una Biblia y empezar a leerla, también tiene que ver con el erróneo enfoque que muchos dan a su fe, pues piensan que tener fe se trata de uno y no de Dios y es justamente por eso que se atreven a abrir su Biblia aleatoriamente para que “Dios les hable” siendo que no es así.

Esto se lo digo porque luego se puede tergiversar cuando se habla de símbolos en la Biblia, estos si abundan, pero no son códices ocultos, ni mensajes subliminales, ni mucho menos mensajes destinados a ser vistos solo por unos cuantos “especiales”, yo quiero entender que Dios representó muchas cosas en su palabra de una manera que la entendamos gráficamente, ya que no hay manera de describirla en palabras humanas, como la Biblia misma, ella se representa a sí misma como agua, por tal, cada vez que vemos el agua mencionada en la Biblia podemos entender que Dios habla de su palabra.

Esto se lo digo, porque a veces podemos dejar de ver y entender cosas por no relacionar los símbolos de los que Dios nos habla adecuadamente y por favor, no me mal entienda, no estoy tratando de enseñar nada nuevo aquí, ni establecer una doctrina novedosa, pero le voy a invitar a que reflexione junto conmigo en ciertos puntos.

Cuando entendemos que el Espíritu de Dios (el Espíritu Santo) se movía sobre las aguas, entendemos que las cosas del Espíritu están por encima de la palabra que a su vez esta es la ley, por tanto podemos entender de acuerdo a la cita de hoy que el Espíritu Santo pretende dar frutos en nosotros, los cuales nos harán estar por encima de la misma ley que Él se mueve.

Esto quiere decir, que aunque estamos sujetos a cumplir con la ley, esta no está ahí para atarnos y mucho  menos para limitarnos, lo percibimos de esa manera, porque normalmente observamos la ley desde nuestra carne, desde el deseo que tenemos para las cosas de este mundo y que nos provocan placer pasajero.

Y no crea que con esto le digo que de la nada el cumplir con la ley le va a provocar placer, como si fuera algo mágico, no para nada, y nada que ver con eso, a lo que se refiere esta palabra, es a que si nos enfocamos en las prioridades del Espíritu Santo, éste producirá frutos, los cuales están enumerados en la cita de hoy, estos tienen un orden y Dios los puso ahí para que adoptemos con ellos de manera permanente la personalidad de Yeshúa (Jesús) a quienes hemos sido llamados a imitar, piense esto, gracias a su identidad y al Espíritu Santo quien expresaba estos frutos en Él este nunca pecó, quiere decir que nuestra vida cambiará y se perfeccionará conforme a como estos frutos se produzcan en nosotros y de esa manera será que vivamos cada vez mejor y por encima de la ley, ya que no habrá pecado en nosotros que nos sujete a ella!

Lo ve?, es la vida llena de frutos (los cuales benefician a quienes nos rodean, es decir, por medio de los que servimos a los demás) la que nos permite vivir en esa santidad de la que la Biblia tanto habla, no es que seamos buenos de la noche a la mañana, sino que nos hacemos buenos al entender lo que Yeshúa (Jesús) entendía y nos enseñaba, y nos dejó dicho que es una vida de servicio la que nos santifica.

Caminar por encima de las aguas significa que caminemos sirviendo a otros de manera que la ley deje de tener importancia, aunque no la dejemos de observar nunca, pues es palabra de Dios y es por la que nos regimos, quiero entender que son como las leyes de tránsito, no nos afectan mientras conduzcamos bien y con respeto, seguirán ahí, más no tendrán efecto en nosotros.

Por tanto caminar sobre las aguas, más allá de ser un acto físico sobrenatural, es un acto celestial de carácter, ciertamente nuestro carácter de servicio nos hará dejar de lado la ley, ya que lejos de cumplirla, dejaremos de infringirla por medio del amor al prójimo.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un comentario

  1. Carlos Then

    Excelentes reflexiones (desde la primera parte), me han ayudado a conocer mucho mejor a Dios. Ánimo y adelante… Bendiciones.