Hay muchas cosas que las personas sospechan acerca de Dios, pero que en realidad no saben del todo para qué les sirven en su vida de fe y es por eso que las dejan de lado, como el hecho de tener buenas obras en la tierra.

Muchas personas tienen la errónea idea de que las buenas obras son como una moneda de cambio para con Dios que nos sirven como canje por “bendiciones” y favores, pero en realidad son por así decirlo depósitos en nuestras cuentas celestiales, pues Biblia las menciona como coronas que un día iremos a llevar delante de Dios y ponerlas como ofrenda delante de él, es decir, las buenas obras que hagamos, llegará el día que reconozcamos que no fue más que el reflejo de Dios en nosotros y lo llevaremos de regreso con él, para darle honra por quien él es y porque no hay nadie más digno de ello que Dios mismo.

Esto empata con otro principio bíblico que es el hecho de no llegar delante de Dios con las manos vacías, es decir, en lo general solo por el hecho de presentarnos en su presencia cuando oramos, no deberíamos de hacerlo, mucho menos el día del famoso “juicio final” que nos veamos cara a cara con él y debemos de llevar no algo sino todo preparado pues es nuestro encuentro con Dios mismo en persona!

Es por eso que la Biblia nos advierte que nos aferremos a nuestras coronas y que nadie las tome, es decir y en otras palabras:

Dios no va a dejar de hacer su obra, de modo que si nosotros nos rehusamos a hacer lo que él nos pide, siempre habrá alguien más dispuesto a hacerlo, pero esa honra y ese galardón se lo llevará ese alguien más y lo pondrá a los pies de Dios el día de nuestro encuentro con él y será a su vez una cuenta que nos será pedida y de la cual no podremos dar respuesta, eso si está grave, no lo cree?

De modo que es nuesto papel el estar muy atentos a lo que Dios tenga que decirnos, pues no nos va a pedir cosas difíciles, por lo general nos pedirá cosas imposibles que no podremos llevar a cabo a menos que el Espíritu Santo intervenga y nos use para que podamos ser testigos de su poder y vivamos para hablar de él y sus maravillas a toda persona y en todo lugar.

En otras palabras, no es algo que nosotros tengamos que hacer, sino la oportunidad de ser usados y cada vez que lo permitamos obtendremos una corona a causa de nuestro corazón dispuesto a ser algo más que parte de solo nosotros mismos y nuestros deseos limitados, cómo ve?

De modo que deberíamos de llevar cuenta de nuestras coronas, pues debe de ser verdaderamente emocionante que llegue el día que podamos presentarnos cara a cara con el Todopoderoso y le podamos dar lo mejor de nosotros que a su vez viene de él, no lo cree?

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