Muchas veces nos preguntamos cuando debemos de orar, la Biblia nos enseña que todo el tiempo, es decir, deberíamos de ser capaces de estar conectados con Dios de manera constante, de modo que siempre pudiéramos escuchar su voz y todo el tiempo estuviéramos conscientes de nuestro papel como sus hijos y con la responsabilidad de establecer su Reino, esa es la verdad, pero la realidad dista mucho de eso y por ello hemos tenido que aprender fórmulas ó métodos para poder acercarnos a aquel que nunca se aleja y estar conscientes de nuestro papel que nunca termina.

El saber cuando orar, es tan sencillo como saber cuanto amamos a Dios, es decir, si Dios es nuestra prioridad, no solo despertaremos para dar gracias, sino apartaremos un tiempo especial en la mañana ó bien en la madrugada para expresar nuestro amor, nuestra intención y nuestro especial interés en Él, si no, cualquier otra hora del día será buena, ya que eso expresará el lugar que Dios tiene para nosotros en nuestro corazón.

Y por favor no me mal entienda, esto no es un chantaje y no es una manera de hacerle sentir mal para que ore, recuerde que ni yo, ni ningún otro Ministro de la Palabra, Pastor ó Siervo de Dios ganamos nada a causa de su mejor relación con Dios, es nuestro papel el enseñarle la verdad para que usted pueda vivir de acuerdo a ella y por tanto es importante que sepa usted que es lo que Dios espera de usted, para poder manifestar su voluntad en su vida.

Dios espera SIEMPRE lo primero y lo mejor de usted, es decir, espera que el primer dinero que usted use de su sueldo, sea para diezmar, no tiene un efecto como tal el dinero, pero si el acto en el corazón, tengo un buen amigo que incluso separa los mejores billetes para hacerlo, solo como un acto de honra, pues Dios promete que Él honrará a quienes lo honran, es decir es un asunto de comportarse a la altura de Dios, pues Él siempre nos da lo mejor y nos dio también lo primero que fue su Hijo.

Ese es solo un ejemplo cómo poder hacer las cosas de manera agradable a Dios, de modo que también en nuestra oración debe de ser de esa manera, es decir nuestro primer tiempo en la mañana debe de ser para Él, pero ojo, no el tiempo por mientras se da usted vueltas en la cama y sigue tratando de despertar para empezar las cosas realmente importantes, sino el tiempo adicional que usted separe para encontrarse con el Padre y que sea especial para Él.

Me encanta como el Salmista lo expresa y dice “de madrugada te buscaré”, lo nota, no es que de gracias en la cama mientras despierta, sino que es un tiempo que apartaba constantemente para Dios ya que luego lo justifica diciendo “mi alma tiene sed de ti”, es decir, lo que pienso y lo que siento (eso es el alma) necesitan de la dirección divina, para no pensar ni sentir por mi cuenta!

Orar tiene más que ver con escuchar a Dios que con ir a pedirle cosas, es por eso que el Salmista y Dios mismo nos sugieren que sea en la hora primera, antes de que cualquier otra cosa suceda, piénselo de esta manera, en la madrugada el WhatsApp aún no empieza a hacer lo suyo, a esa hora el Facebook no tiene publicaciones interesantes, el email solo tiene publicidad que llegó por la noche y ni siquiera sus hijos han empezado a demandar de usted, de modo que puede ir tranquilo a la intimidad de Dios y escucharle sin interrupciones, sin distracciones y sin pendientes por hacer, de modo que su corazón esta listo, libre y preparado para escuchar los secretos del universo que Dios tiene para usted.

La Biblia nos dice que David el Rey tenía un corazón conforme al de Dios, es decir, tenía siempre la intención correcta y el modo correcto de hacer las cosas, de modo que su nombre ha prevalecido hasta el día de hoy y su dejó por escrito que el mejor tiempo para encontrarse con el Padre es en la madrugada, por qué no creerle y ponerlo en práctica?

Piense que si se duerme media hora más temprano, no pierde nada, pero si esa misma media hora se levanta más temprano y va a buscar a Dios en intimidad como quienes tienen una cita especial, no solo su día, sino su vida serán bendecidos por tener lo primero y lo mejor que es Dios mismo en ella, pues Él es fiel y acudirá siempre a su encuentro, tal como lo ha prometido.

Por tal está en usted el decidir, si hace un verdadero tiempo de oración no al comenzar su día, sino antes de que lo haga ó simplemente sigue dejando a Dios al final de su día y como la parte aburrida que le ayuda a quedarse dormido, recuerde que lo que siembre, habrá de cosechar.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *