Es curioso pensar que muchas personas están esperando de Dios el ser bendecidas y con ello comprobar la aprobación de Dios hacia sus vidas y de alguna manera validar que no son „malas personas“ , sin embargo, dejan pasar por alto la instrucción de Dios y su modo no solo de bendecirnos, sino también lo que espera de parte nuestra para que le demostremos nuestro amor por él.

En la carta de Santiago, Dios nos deja claro que aquellos que saben lo que es bueno y no lo hacen, les es tomado como pecado, es decir, no hay cosa peor que una „fe pasiva“ es decir aquellas personas que solo dicen creer, pero que en realidad no hacen nada, que no están dispuestas a poner por obra su fe y a convertirse en parte de algo más grande que ellas mismas y su comodidad.

De modo que estas personas que solo dicen creer (hago énfasis en „dicen creer“ pues si en realidad creyeran, su fe las haría moverse y ser parte de) se convierten en víctimas de su entorno y de las tentaciones de la vida cotidiana, son aquellas personas que viven en condena y viviendo a través de las demás personas que si logran todo lo que se proponen y se pasan la vida lamentándose y esperando que Dios haga algo bueno por ellas de vez en cuando.

Pero bien lo dice la Biblia, la fe sin obras es muerta y la única manera de contrarrestar el mal es haciendo el bien, pero no solo el bien que lava la consciencia de muchos, sino el bien de acuerdo a la voluntad y la palabra de Dios, el bien qué tal vez no muchos vean, pero que agrada al corazón de Dios y nos acumula tesoros en el Reino de los Cielos, el que no se mueve por fe, muere en su fe e incluso su fe le va matando poco a poco.

Ahora bien, el que actúa en su fe, tiene 2 garantías, la primera es que tendrá mucha oposición y tendrá muchos problemas, pero a su vez, las victorias le son garantizadas, pues nos dice la Biblia que somos más que vencedores, es decir, no pasaremos por problemas, sino por situaciones que nos obligarán más a creen en la palabra de Dios que en las circunstancias que nos sucedan, hasta que podamos trascender a creer más en las promesas de Dios y en la visión que nos ha dado que en lo que vemos delante de nuestros ojos ó peor aún que en lo que nos acosa en nuestra mente y nos condena de manera constante.

Pareciera idílico, pero nuestra fe nos debe de mantener ocupados para que podamos de la misma manera estar causando que todas las promesas de la Biblia se estén cumpliendo en nosotros de manera constante y que podamos avanzar y que las señales nos persigan, para que no corramos el riesgo de perseguir señales nosotros en búsqueda de aprobación como muchos hacen y tienen por modo de sobrevivencia.

Cuando comenzamos a tener esto claro, la Biblia lejos de ser una carga, se convierte en un deleite, pues es ahí cuando descubriremos de manera constante las promesas que Dios pone delante nuestro y empezamos a vivir de acuerdo a las garantías y dejamos de vivir de acuerdo al famoso „Dios por algo“.

Y usted?, sigue siendo víctima de su entorno y acosado por el Diablo?, ó es esa persona que vive haciendo el bien y cosechando las promesas cumplidas de la Biblia?

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