Muchas personas tienen la idea de que tienen que vivir una vida buena y portarse “bien” es decir no hacer cosas “malas” para que Dios les dé cosas buenas y responda sus oraciones, pero si lo piensa bien y detenidamente, todos tenemos un concepto diferente y personalizado de lo que es el bien, y cada uno tenemos una justificación para lo que sabemos que no es bueno en nuestra vida y por tal no lo consideramos como tal a pesar de que Dios pueda opinar diferente, no?

Lo peor de todo el asunto, es que tratamos a Dios como si tuviera necesidad de que nos portaremos bien e intercambiamos nuestras actitudes por favores y beneficios, siendo que no hay cosa digna que pudiéramos dar a Dios y no hay nada en nosotros que pueda beneficiarle y por último siendo Él dueño de nuestra vida, que tendríamos como para intercambiar con Él?

Ahora bien, si tuviéramos la capacidad de darle algo a Dios, para qué nos serviría la gracia?, qué sentido tendría?, acaso no es la gracia el que recibamos las cosas que no merecemos a pesar de nuestro pecado?, no sé usted pero yo prefiero ser objeto de la gracia de Dios que tener que intercambiar algo con Él, no lo cree?

Entonces cómo hacemos para pedir cosas a Dios?, la respuesta es sencilla, la palabra misma nos lo revela, tenemos que permanecer en Cristo y listo!, y cómo se permanece en Cristo?

Permanecer en Cristo es más sencillo de lo que imagina y dista mucho de lo que nos han enseñado, permanecer en Cristo significa primeramente el conocer a Cristo por medio de su palabra y no sólo de lo que nos han dicho y de lo que nos han contado, y luego hacerlo parte primordial de nuestro pensamiento, es decir, meditar en sus palabras, imitar sus actos, perseguir lo que Él persiguió mientras estuvo entre nosotros.

Usted puede leer los evangelios cuantas veces quiera, siempre encontrará una manera más profunda de aplicar cada una de las palabras de Yeshúa (Jesús) y encontrará un sentido nuevo para aplicar en su vida, de modo que se aleje de estar preguntándose si ha hecho bien ó ha hecho mal, sino que vivirá en la dimensión de su capacidad espiritual, en donde lejos de pensar en recibir algo de Dios, pensará en cómo sus capacidades benefician a los que le rodean y donde sus palabras serán el eje de la bendición de quienes le rodean.

Permanecer en Cristo es conocer lo que Dios quiere y aprender a querer lo que Él quiere de modo que sea nuestra prioridad, entendiendo que nosotros somos a su vez la prioridad de Él y que sus promesas son eternas y no tienen porqué dejar de cumplirse, de modo que si permanecemos en Él, es decir le tomamos como prioridad y su palabra permanece en nosotros, es decir si basamos nuestra manera de vivir en la Biblia, no hay nada que Dios pueda negarnos, creo que hace todo sentido, no?, por qué no darle una intentada, estoy seguro que nunca más querrá otra cosa que no sea lo que Él quiere.

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