A lo largo de mi vida, me he topado con muchas personas que suelen escudarse en su poco conocimiento de la palabra de Dios como si fuera el pretexto ideal para no tener que esforzarse ó no tener que comportarse de x ó y manera, pero en realidad no se dan cuenta que con ello se pierden de su participación activa en el Reino de los Cielos.

Piénselo de esta manera, entregaría usted en sus manos un millón de dólares a un niño de 10 años que tiene la noción de lo que es el dinero pero no lo sabe administrar?, obviamente no, de la misma manera que tampoco pondría a un bebe al frente del volante de un coche, simplemente porque no tiene los conocimientos, las habilidades ni las capacidades motrices que necesita para poder conducir el coche con destreza y usarlo para un fin adecuado.

Pues de la misma manera hace Dios con aquello que es de su Reino, hay muchas cosas que no pone en nuestras manos porque no somos lo suficientemente maduros y capaces de administrarlo, hacemos lo mismo que el niño haría con el millón de dólares, lo gastaríamos con la esperanza oculta de que no se nos termine, cuando sabemos bien que está a punto de suceder y cuando suceda, simplemente fingiremos sorpresa o bien nos subiremos al vehículo de la unción y lo estrellaremos gloriosamente para que terminemos perdiéndolo todo, así de simple, se ha puesto a pensarlo?

Por eso me eriza la piel el entender cómo es que Dios ve las cosas, Él ha dispuesto un Reino de abundancia en todos los sentidos a nuestro favor, y es nuestro, nadie ni nada podrá quitárnoslo, pero habrá quienes mueran sin disfrutarlo por no tener la madurez para administrarlo y para multiplicarlo, pues si tiene acceso a el, solo lo malgastará y hará un mal uso de ese Reino y le quitará su gloria.

Pero note, Dios va un paso más allá de lo que entendemos a simple vista, llama esclavos a aquellos que son niños en entendimiento y herederos del Reino, pues no se tienen a sí mismos porque están anhelando aquello que no saben si tendrán, pues tienen consciencia de que el Padre lo ha deparado para ellos, pero no saben qué es lo que deben de hacer para tener acceso a ello.

Es por eso que nos es muy importante el ser maduros en el conocimiento de la palabra para que podamos dejar de ser niños y por tal tener acceso a la herencia de Dios para nosotros y con ello cumplir con la función que Dios designó para nosotros y vivir gloriosamente y dejar de sobrevivir.

Por tanto, se lo dejo ahí, está en usted el decidir qué es lo que recibirá de la mano de Dios, todo depende de lo maduro que decida usted hacer y la sabiduría que decida recibir del Padre, o bien si decide ser esclavo de sus inseguridades y las incertidumbres que siempre ha tenido y que no le han llevado a ningún lado.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *