Uno de mis mayores anhelos en la vida es emocionar a Dios, en realidad espero algún día poder sorprenderlo y hacer algo mayor a sus expectativas y hacer que su corazón salte de alegría a causa de mi actitud o de algún acto que yo cometa.

Hay cosas que hoy en día como en tiempos de Yeshúa (Jesús) eran muy comunes y entre esas estaba el no conocer quien era Dios, es decir, todos sabían de Dios pero pocos sabían quien era Dios, todos tenían mas una relación con los efectos de Dios que con Dios mismo, es por ello que la respuesta del Centurión sorprendió y emocionó a Yeshúa (Jesús), ya que no solo le conocía, sino entendía de qué se trataba este famoso Reino del cual tanto hablaba.

Yeshúa (Jesús) antes que ser «bueno» y hacer milagros, fue un hombre sujeto a autoridad, a la de sus padres, a la de sus maestros y a las impuestas por los hombres, es por eso que no se describe su vida desde su nacimiento hasta los 30 años de edad, ya que todos los varones pasaban por el mismo sistema de educación y nadie podía ser Rabí (maestro) antes de la edad de 30, así lo dictaba la costumbre de los Judíos en ese entonces.

Por tanto Yeshúa (Jesús) pudiendo ser maestro de maestros desde los 12 como lo enseña la Biblia, se sujetó a sus padres y a las tradiciones para mostrar su corazón manso y por medio de ello enseñar a los hombres acerca de como desatar el poder del Reino de los Cielos.

El Centurión no solo conocía los hechos de Yeshúa (Jesús), también conocía su vida, su siervo le había contado todo, y entendió que no era algo ajeno a las enseñanzas de los Judíos lo que hacía, por el contrario, no había hombre mas apegado a la ley y a sus autoridades que Yeshúa (Jesús), cosa con la cual podía el Centurión entender, pues sabía que la excelencia y la autoridad vienen de la obediencia, era más que evidente.

Por tanto entendía que para ejercer autoridad, no se necesitaba presencia, solo se necesitaba que una instrucción fuera dada y todo lo que estuviera bajo esa autoridad se movería para acatar de inmediato, por tal, no era necesario que Yeshúa (Jesús) visitase al siervo, solo era necesario que diera la instrucción a las huestes celestiales para que sanasen al hombre.

En muchas ocasiones oramos y pedimos sin tener certeza de lo que habrá de pasar y de si Dios responderá nuestra petición y tiene mas que ver con el hecho de que no nos sabemos bajo autoridad que con el capricho de Dios, es por eso que le digo a la gente que no existe frase más mediocre (espero que nadie se ofenda) que «si Dios quiere», como que si Dios quiere?, acaso no le conocen?, acaso no han consultado su opinión acerca del asunto en trámite?, acaso no han consultado la palabra de Dios para ver si lo que se pide esta alineado a ella?, pareciera que preferimos tener un gurú que in Dios que nos hace a su imagen y semejanza, en ocasiones duele pensar que un Centurión Romano se identificara mas con Dios o bien con Yeshúa (Jesús) que aquellos que decimos creer en Él o a Él.

La fe es un asunto de identidad, el Centurión encontró los puntos en los que era a imagen y semejanza con Dios y con ello no logró solo la sanidad de su siervo, sino un nombre en la historia, y ser recordado como alguien quien emocionó a Dios.

Pero eso no le interesa a las personas el día de hoy, la gente prefiere la democracia y el ser iguales y ser tratados iguales que los demás a ser iguales a Dios y vivir bajo autoridad en una teocracia, ya que no entienden el significado de una, ni de la otra, confunden la ignorancia con la inocencia y creen que todo les va a caer del cielo y le llaman gracia, siendo que no la entienden.

En realidad, todos vivimos en la misma circunstancia y en las mismas condiciones que el Centurión, nos es hecho de acuerdo a nuestra fe, el que cree poco, recibe poco, el que cree mucho recibe mucho, pero no depende de la cantidad de lo que creemos, sino de la fuente de lo que creemos y solo se tiene fe, si se cree en la palabra de Dios, por tanto, en que cree usted?, recibe de acuerdo a lo que cree?, si no recibe cuando menos como el Centurión, le urge ponerse en contacto con su Biblia y el empezar a obedecer a Dios.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *