Ayer tuve la oportunidad de ir a Manzanillo en autobús (creo que el autobús y yo somos cada vez mas amigos) y tuve un buen tiempo para orar y reflexionar en el camino de regreso y justo mientras oraba comenzó una película de la cual no capte su nombre, pero trataba de un hombre que había decidido no ir a votar, mas su hija que considero que era importante decidió ir a votar por el, al estar ahí, alguien sin quererlo desconecto la urna electrónica y la chica no pudo concretar el voto en nombre de su padre, al día siguiente los resultados de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos estaban empatados y todo dependía de un solo voto, ese voto inconcluso que quedo atorado en la urna electrónica y del cual el hombre no sabia nada, no sabia nada acerca de lo que su hija había hecho, no sabia nada acerca de los candidatos que competían por la presidencia y mucho menos sabia de la gran responsabilidad que recaía sobre sus hombros, ya que solamente el futuro de la nación mas poderosa del mundo, estaba en sus manos, por quien el votara unos días después, definiría el rumbo de una nación entera, el tan solo pensar la responsabilidad que tenia este hombre me ponía la piel de gallina, pero a la vez me hacia rabiar la indiferencia que el hombre tenia acerca de lo que tenia que hacer, ya que en realidad nunca quiso votar y no le importaba lo que sucediera en su país.

Cuando menos lo pensó el hombre se encontraba rodeado de los favores de los candidatos, ambos querían hacerle sentir bien, pero de ninguno tenia idea este hombre que es lo que proponían para gobernar a la nación y además, no le importaba, el solo estaba pasando un muy buen tiempo y pretendía seguir disfrutándolo, sin importar que la nación entera se diera cuenta que solo era un ignorante.

Al terminar la película, no pude evitar el quebrantarme, me sentí comparado con ese hombre en mi deber espiritual, obvio, ningún gobierno de ningún país depende de mi decisión, pero así como ese hombre no sabia cual era el impacto de su acto a veces no se yo cual sea el impacto de los míos.

Hay ocasiones en la vida en las que decidimos simplemente ser egoístas, no solo dejamos a Dios de lado, sino que cuando nos decidimos a orar o a tener una conversación con El, solo hablamos de nosotros, e incluso a veces somos incapaces de orar o interceder por nosotros mismos, y pedimos que alguien mas lo haga por nosotros, que desfachatez!.

La cita de hoy es una que trato de recordar cada día, son las instrucciones especificas que Jesús dejo a la humanidad después de morir, resucitar y justo antes de ascender a la presencia del Padre, en ella esta toda nuestra obligación espiritual y si la dimensionamos es igual de compleja, amplia e importante que la del hombre de la película y aun mayor!, imagine, que pasaría si la vida de una persona dependiera de su oración, que pasaría si el que usted le compartiera de Dios a la persona que esta sentada a su lado, hiciera que esa persona decida ya no suicidarse ese día, o bien evitaría que una maldición que afectara las generaciones de una familia pudiera ser evitada por su intervención a tiempo.

Afortunadamente Dios no va a detener su obra porque usted y yo no hagamos lo correcto en el momento que lo tengamos que hacer, pero le aseguro que desde el principio de los tiempos, El nos diseño y soñó con el momento en el que usted haría eso para lo que usted fue diseñado.

El devocional del día de hoy no tiene la intención de chantajearle o hacerle sentir mal, sino llevarle a la conciencia de que en una sola decisión que tomemos a favor de Dios pueden estar las respuestas de las oraciones de muchas personas, la diferencia entre una vida eterna en el infierno o en presencia de Dios o aun la vida física de alguien, le invito, le exhorto a que tome la cita de hoy, repítala cuantas veces sea necesario, para que todo aquello que haga, o a todo lugar al que vaya, haga lo que Jesús le instruyo para que hiciera, confiando en que todo el poder de lo alto estará depositado en usted para cumplir con el mandato de los cielos.

El que el hombre de la película no supiera nada acerca de las elecciones, no le eximia de la obligación de votar, el que usted no sepa nada acerca de lo que Dios quiere de usted, no le exime de hacerlo, es nuestra obligación el estar enterados de lo que Dios espera de nosotros, para hacerlo con excelencia y como dignos representantes del reino de los cielos.

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