Leí en un libro algo que me inquieto y me hizo reflexionar largamente, este libro hablaba de que normalmente solemos vivir en nuestra mente solo en el pasado y en el futuro, es decir, nuestros pensamientos son a veces de lo que paso y casi siempre de lo que esperamos para el futuro, lo que queremos, lo que ya no queremos, lo que esperamos, etc., y cuando me puse a reflexionar en ello me di cuenta que tiene razón el autor del libro, pasamos una cantidad mínima, casi nula pensando en el ahora mismo, y cuando se trata de Dios, aun mas.

De hecho este tema me despertó a mitad de la noche y llegue a una conclusión, tomada de mi experiencia propia, de los enriquecedores correos de los lectores de este devocional y de las anécdotas, platicas y situaciones que viven cerca de mi, y la conclusión de la que le hablo, tiene que ver con el hecho de que cuando hablamos con Dios o nos referimos a El en nuestra platica, lo hacemos por lo general en pasado o en futuro, es decir, hablamos de lo que hizo en y por nosotros, y hablamos de lo que queremos que haga en y por nosotros, pero pocas veces hablamos de El en presente.

Por tanto, nuestra oración también tiene que ver mucho con el hecho de pedir, por lo general pedimos a futuro, y es por eso que le cuesta tanto trabajo a las personas tener una conversación con Dios, ya que lo ven como parte de su pasado o de su futuro, pero no como parte de su presente, de hecho muy pocas personas pueden responder a la pregunta de «que esta Dios haciendo en tu vida», de hecho por eso es difícil para las personas tener fe, ya que no se percatan de lo que Dios hace en sus vidas, sino hasta que ya lo hizo, pero es como si se desconectaran al momento de que Dios interviene.

Hace unos días platique con un amigo que esta en una situación difícil y me dijo algo así como «quisiera que las cosas simplemente cambiaran y que todo estuviera resuelto al volver a despertar el día de mañana», lo cual no es malo, pero es la cultura en la que vivimos, por eso es que mucha gente se conforma con pensar o decir «Dios por algo hace las cosas» es como aislarse o bloquearse mentalmente de lo que hace Dios en este momento y no muestran interés en el proceso que Dios esta llevando a cabo en sus vidas.

La cita de hoy hace mucho ruido en mi cabeza, ya que se refiere a la eternidad de Dios, nos aclara que El no cambia, que los mismos principios que aplicaban para los hombres al principio de los tiempos, es decir, hace miles de años, son los mismos principios que aplican hoy, también quiere decir que el mismo contacto que quería Dios tener con hombres como Adán, Abraham, Noe, o Moisés, lo quiere tener con nosotros y que definitivamente es parte de nuestro ayer, y de nuestro mañana, pero mas importante que otra cosa, es parte de nuestro hoy, le interesa ser parte de el, y le interesa mostrarnos que y como hace las cosas en nosotros para que las entendamos, y por medio de ello crezcamos y tengamos cada dia mas una altura que aspire a la de Cristo.

Mi invitación de este día es a que reflexione acerca de su relación con Dios, que tanto esta basada en el pasado y en el futuro?, y que tanto esta Dios involucrado en su hoy?, que tipo de comunicación tiene con El?, solo le pide? (futuro), o solo le da gracias? (pasado), o verdaderamente es parte de su hoy?, de sus cosas cotidianas, de su minuto a minuto y tiene una real conversación basada en quien es El, en quien es usted, y en lo que hace en su vida, como lo hace y porque lo hace?.

Es mi oración que tanto usted como yo aprendamos cada día mas a entender a Dios desde el punto de vista de su eternidad, pero dentro de esa eternidad, del tiempo mas importante de ella, el hoy, que es el resultado del ayer y la base del mañana.

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