Hace ya alguno años fui Scout y creo que ha sido una de las etapas que mas disfrute de mi adolescencia, fue una etapa en la que hice amigos para toda la vida y aprendí cosas que me marcaron de manera positiva y fundamentaron al hombre que soy hoy, el mundo Scout esta lleno de actividades, enseñanzas y tradiciones además de interesantes de gran valor, una de las cosas que recuerdo con mucho cariño fue el tiempo en el que nos hablaron de tener un bastón o bordón, cuando hablo de esto, me refiero a un trozo de madera de aproximadamente 1.80 metros el cual debíamos tallar y decorar solo en la parte superior, y barnizar para asegurar que la madera endureciera y conservarlo por largo tiempo.

El bordón tenia muchos usos y aplicaciones, era de gran ayuda en las caminatas por el campo y en los campamentos y nos podía desde ayudar a quitarnos las ramas al caminar, hasta fungir como travesaño en un refugio emergente contra la lluvia o en ausencia de una casa de campaña, era una tradición que todos los eventos importantes de nuestra vida como Scouts serian grabadas o quemadas con un cautín en este bordón y lo hacíamos con palabras o con símbolos, así cuando nos encontrábamos con otros Scouts, podíamos enumerar los momentos importantes de nuestra historia Scout, ya teníamos tema de conversación con cualquiera y era divertidísimo el comparar y compartir nuestras experiencias con otros.

En realidad nunca pregunte de donde venia esta costumbre, ni profundice en ella, solo la disfrute, de hecho además de mis insignias, mis parches y mi pañoleta, lo que conservo de esos tiempos es mi bordón, cada vez que me lo encuentro, mi mente y mi corazón hacen un recorrido por esos momentos especiales.

Ayer mientras viajaba de regreso a casa una gran amiga me recordó una historia que hacia un tiempo había leído ya en un libro acerca de los usos y costumbres de los tiempos bíblicos, que tiene que ver precisamente con el mismo tema, el bordón, solo que en el pueblo Judío se le llama «cayado», que es aquel bastón de madera que tienen los pastores, que por el extremo superior tiene un tipo de gancho que sirve para tomar a las ovejas de la cabeza y poderlas jalar o guiar adecuadamente por el camino adecuado al avanzar de un campo al otro, cada Pastor tenia su propio cayado y era una tradición Judía (no le voy a contar muchos detalles ya que no tuve tiempo de documentarlo adecuadamente) el hacer de la misma manera que la tradición Scout, de documentar todos los hechos importantes de su vida en su cayado, pero a diferencia de los Scouts o de la manera que usted y yo vivimos, el pueblo judío ha sido uno que ha vivido en torno a la voluntad y la palabra de Dios, por tanto los hechos registrados en su cayado tenían que ver principalmente con los hechos relacionados a la intervención de Dios en sus vidas, interesante no?.

Bueno, pero aquí es donde empieza lo bueno apenas, de hecho es lo que me recordó esa gran amiga de la que le platico, la cita de hoy trata acerca de Jacob «el engañador», aquel que toda su vida paso buscando con sus propias fuerzas el ser bendecido por Dios, desde su nacimiento saco la mano del vientre de su mama, tratando de engañar a la naturaleza y nacer antes que su gemelo, lo que le causo su nombre, mas delante compro la primogenitura de su hermano a cambio de un plato de lentejas y engaño a su Padre abusando de su ceguera para recibir la bendición del Patriarca, esto al menos son las cosas que se mencionan en la Biblia, imagine cuantas mas, el caso es que ya de edad avanzada, este hombre va de regreso a su tierra con sus esposas, sus hijos, su ganado y teme encontrarse a su hermano a quien robo la bendición y va al encuentro con Dios para pedir su favor, y cuando lo hace, empieza a reconocer lo que ha hecho mal, quiero imaginar (esto es mi opinión) que al igual que hacemos usted y yo, trato de hacer un lavado de conciencia delante de Dios, enumerando sus engaños y a su vez reconociendo la intervención de Dios y cada una de las ocasiones que este le ha sacado de apuros, y de donde los iba a sacar todos esos recuerdos, sino de su cayado!, era su bitácora de encuentros con Dios!, de manera que asombrado de ver que las misericordias de Dios habían sido mayores que sus engaños, y postrado delante de Dios reconociéndolas encuentra las fuerzas y el animo para seguir adelante.

Una vez que reconoció la intervención de Dios en su caminar y las misericordias para su vida, tuvo el encuentro con el Ángel de Dios, quien le bendijo y le cambio el nombre de Jacob (el engañador) por Israel (el que lucha con Dios), y posterior a esto, el Ángel de Dios le hirió en la cadera.

Mucho tiempo tuve la duda de porque Dios le heriría en la cadera, y pase tiempo preguntándolo a Dios, hasta que lo entendí!, entendí que si Israel era cojo, toda la vida necesitaría de un bastón, y que mejor que aquel bastón o cayado en el cual estaban enumerados los encuentros de Israel con Dios y que le daban esa nueva identidad, es decir, de manera simbólica, Israel no podría dar un paso mas, sin apoyarse (físicamente) en todo lo que Dios había hecho en su vida (ya que estaba escrito en ese bastón), y a donde fuera llevaría esas memorias!.

Hay veces que no sabemos como avanzar en nuestras vidas y pensamos que Dios no nos escucha o que ya no nos ama, es mas fácil recordar las cosas malas que las cosas buenas (aun no se porque, pero le aseguro que en cuanto lo sepa, escribiré acerca de ello), pero si hiciéramos un recuento de las cosas que Dios ha hecho en nuestra vida y las lleváramos como apoyo en todo lo que hiciéramos, podríamos caminar igual de confiados que Jacob/Israel, sabiendo que cada paso que damos va apoyado en la intervención previa de Dios en todo lo que hemos hecho.

Cuando empecé mi caminar en Cristo, mi Pastor (mi tío), me recomendaba que escribiera y documentara cada vez que Dios hiciera en mi vida algo, que meditara en ello y que orara al respecto, cuando entendí acerca de el cayado entendí la razón de la recomendación de mi Pastor, no le digo que lo he hecho como debiera, pero le aseguro que esta entre mis proyectos cercanos el completar mi bitácora de encuentros con Dios (de cierta manera estos devocionales son parte de ello) y le quiero dar la misma recomendación a usted, no imagine que Dios le quiere bendecir, mejor, haga una bitácora de todas las ocasiones en las que Dios interviene en su vida, de esa manera, cuando este en necesidad, cuando ore por algo en especifico o cuando se sienta abandonado por Dios, habrá algo que no solo le recuerde, sino que le asegure que Dios siempre seguirá ahí y que como lo hizo antes, volverá a usarle y bendecirle.

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