Imagínese que se encontrara en la calle una pequeña maquina con una manivela que con solo girarla emitiera billetes auténticos, esta misma maquina tiene un par de botones y dependiendo de cual presione usted, puede cambiar la denominación del billete.

Imagine que esta maquina es pequeña y portable, y que simplemente la encontró ahí en la banqueta, ¿que haría? Solo emitiría un par de billetes o un montón de billetes de todas denominaciones y saldría corriendo a gastarlos y dejaría la maquina ahí donde la encontró?, o ¿llevaría esa maquina con usted y la guardaría?

¿Que seria mas importante?, ¿el dinero que la maquina produce?, ¿o la maquina misma?, creo que coincide conmigo al pensar que lo que tiene el verdadero valor es la maquina, ya que tiene la capacidad de producir el dinero y a su vez el darnos esa tranquilidad y estabilidad económica que todos estamos buscando.

En lo natural, solemos hacer todo cuanto podemos para buscar nuestra estabilidad económica y cuando todo parece fallar o no le vemos solución posible, hacemos lo que siempre nos habían recomendado desde un principio, buscamos a Dios.

Como lo he mencionado en ocasiones anteriores en estas líneas, tengo la fortuna y la oportunidad de tener mucho contacto con los lectores de este devocional, así como con personas en todo lugar, y me toca escuchar muy comúnmente una frase que hace eco en mi corazón y siempre despierta una duda, esa frase es: «Yo se que Dios me puede ayudar y tengo fe en ello», y me doy cuenta que las personas en realidad tienen fe que Dios puede arreglar su problema, solo que en realidad no tienen el mas mínimo interés en tener una relación con aquel que se los proporciona y tan pronto como lo obtienen, simplemente cambian de rumbo y continúan su vida teniendo una relación con Dios «a su manera», es así como si tomaran el dinero, confiando en que la maquina siempre lo dará, pero en realidad la dejan tirada en la banqueta, con la esperanza de encontrarla de nuevo, cuando haya necesidad.

La cita de hoy es una cita fuerte, y creo (a mi personal entender) que Dios hizo uso del ejemplo del dinero, ya que es una de las cosas que mayormente nos distrae de El, si no es que es la cosa que mas nos distrae de El y por lo general es un problema común entre los hombres, es decir, pareciera triste pero cierto, pero Dios se disputa el primer lugar en nuestros corazones con el dinero, pero no solo con ese pelea sino con todas las demás cosas que permitimos que ocupen nuestra vida, nuestro pensamiento, nuestras ideas y nuestro tiempo de intimidad, ya que por El siempre tendrá la participación de proveedor de estas cosas pero sufrirá nuestro olvido y tal vez nuestro desprecio al recibir aquello que necesitamos o queremos.

Esta semana mi invitación no va hacia que se olvide del dinero, por el contrario, nuestra bendición financiera es parte del testimonio de que Dios esta presente en nuestras vidas, sino que mi invitación es a que reflexione acerca de quien es realmente el que ocupa el primer lugar en su corazón, si no es Dios, pues ya sabe por donde empezar, dese cuenta que todo aquello que esta en su corazón antes que El, impide que su amor y su favor fluyan adecuadamente en usted, y si por alguna razón el dinero tiene un lugar en su corazón, aunque no sea el primero, entenderá perfectamente porque las cosas en su vida no son como espera, el dinero es usado para nuestra bendición, es un medio dado por Dios pero jamás para ser amado.

Libere su corazón de todo aquello que le estorba y le aleja de amar a Dios, ame a Dios, el es la cajita de billetes y no solo da billetes, da todo aquello que necesite usted, pero que espera que siempre tenga en la mente y en el corazón quien es el que lo da y no lo que da, o ¿no lo cree?

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