Anoche veía una película acerca de la familia real inglesa y veía con gran asombro como el comportamiento de los que conforman a la realeza no siempre es entendido por el pueblo, de hecho hubo una frase que me impacto en donde el asistente de la Reina Elizabeth dice algo parecido a esto: «La Reina fue educada para creer que fue designada directamente por Dios para ocupar el trono», ¡esto me dejo perplejo! ¡Wow!, ¡que gran verdad!, la biblia nos habla de ello todo el tiempo, de hecho ¡la casa real inglesa tiene una línea de sangre real de más de 1,000 años ininterrumpida!, es decir solo se asciende al trono por herencia de sangre.

En el pueblo de Dios no sucede diferente, el pueblo Judío es el pueblo de Dios y tiene un lugar especial en el corazón de Dios, por tanto también tiene obligaciones y atributos diferentes, hay quienes los critican porque no los entienden, pero al igual que la Reina Elizabeth tienen una gran conciencia de quienes son, no por ellos sino por la designación que Dios les dio.

Habemos luego quienes somos parte del pueblo de Dios por la sangre de Cristo, es decir, al recibir la sangre de Cristo en nuestra vida somos hechos parte del pueblo de Dios por medio de su sangre, no por heredad natural sino por heredad divina, una vez que decidimos aceptar a Cristo en nuestro corazón y en nuestra vida como está escrito en la biblia, somos parte de una realeza espiritual y lo entiendo de esta manera, si Dios designo a los reyes como la familia real, y nosotros por medio de la sangre de Cristo somos parte de a realeza espiritual o celestial que designo a esos reyes, quiere decir que tenemos más privilegios y también más obligaciones y responsabilidades que ellos.

Con esto no quiero imponer ningún yugo sobre nadie ni mucho menos, hay gente que no se acerca a las iglesias porque creen que las religiones les prohíben hacer cosas, pero esa es precisamente la diferencia entre la iglesia y la religión, la iglesia es nuestra casa, en ella se nos educa para ser hijos de Dios, en la religión se nos restringe y se nos imponen reglas para quedar bien con los hombres, pero no siempre para con Dios.

Otra de las cosas que me sacudió en la película de anoche, fue que la Reina Elizabeth dudo, y hubo un momento en el que pensó en dejar la corona y dar paso a la siguiente generación a lo que su madre le recordó el juramento que hizo al aceptar la corona, de servir al pueblo ingles todos los días de su vida; una de las cosas que nos diferencia de la realeza es nuestra actitud, queremos tener los beneficios de ser hijos de Dios, recibir todo lo que le pidamos, pero no estamos dispuestos a dar, y no es que haya que darle  Dios nada, de hecho El aborrece los sacrificios, pero si espera que cumplamos nuestra palabra, solo piense, cuantas cosas ha prometido a Dios que no ha cumplido, solo de pensar en lo que yo he prometido sin cumplir, se me pone a piel chinita!.

La cita de hoy nos recuerda la identidad que tenemos por medio de la sangre, es decir, no es una casualidad que usted haya aceptado a Cristo en su corazón o si nunca lo ha hecho, no es casualidad que usted este leyendo este devocional, por el contrario, Dios le escogió y según dice la palabra de Dios, desde antes de la creación del mundo, El anhela que usted sea parte de la realeza, pero también le interesa que usted gobierne en esa realeza, con la misma conciencia de la Reina Elizabeth, de saber que fue escogido por Dios para ocupar ese lugar especial y a su vez cumplir con el cogido de realeza digno de un hijo de Dios, el cual está en la palabra de Dios y no en las costumbres y opiniones de los hombres.

Hoy que está por terminar el 2009, le invito a pensar en esto, cuanto se ha comportado usted como parte de este linaje escogido que Dios le dio?, creo que un buen propósito para 2010 seria eso, el mejor beneficio que jamás ha tenido, el comportarse como Rey y recibir los beneficios del Rey, no lo cree?

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