Jeremías 17:9-10 (Nueva Versión Internacional)
Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? «Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras.»

A menudo me toca escuchar o leer a las personas cuando hablan de si mismas y tratan de justificarse con ellas mismas acerca de su relación con Dios, piensan que su misión en esta tierra es venir a ser «buenas personas» y que por ello están «bien» con Dios.

Los argumentos mas comunes que me toca recibir son: «no soy mala persona», «no le hago daño a nadie», «ayudo a los que puedo», sin darse cuenta que esa es nuestra obligación mínima, ya que es parte de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, mas el ser «buenas personas» no es suficiente, me atrevería a decir que no es siquiera meritorio (esa es mi opinión personal), ya que estas personas generalmente viven bajo su propio concepto de «buenas personas» que bajo el concepto de «Hijo de Dios» del Padre.

La cita de hoy nos enseña de esto, nos dice que nuestro corazón nos puede engañar, ya que hacemos lo que sentimos y sentimos lo que nos es cómodo o agradable, lo cual puede no tener nada relacionado con Dios, y por ello recibimos del Padre no de acuerdo a nuestras acciones, sino al fruto de nuestras acciones, a veces una sonrisa llena de misericordia o un oído atento pueden dar mas frutos que miles de dolares donado a obras.

Por favor no entienda que estoy en contra de las obras de misericordia, pero sin un corazón para Dios, todas ellas son inútiles, nuestra gran comisión nos fue encomendada por Cristo y fue ir a a hacer discípulos por el mundo y lograr que la gente fuera salva para que podamos todos vivir el reino de los cielos en esta tierra y no tener que esperar a morirnos para ello.

No deje que su corazón le engañe, mejor busque la confirmación de Dios que le recompense de acuerdo a los frutos que un corazón alineado a la voluntad de Dios pueden generar.

Gracias por el Articulo a:
Rene Giesemann
giesemann@gmail.com

No se canse de buscar a Dios, El siempre le esta esperando

Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.
Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
Lc 5:4-5

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Un comentario

  1. karurita

    cuando en el texto se refiere a darnos segun nuestras acciones, me parece que se refiere que mas que el acto es la intención de nuestro corazon, osea el proposito del acto, si es un acto de obedecer lo que Dios manda como muestra de nuestro amor al projimo, o si es solo el sentirse bien al pensar q somos buenas personas, con eso solo hacemos lo agradable para el corazon, y como sabes engañoso es el corazon, pero Dios escudriña nuestros pensamientos y sabe las intenciones de nuestro corazon.