En los pasados días he tenido la oportunidad de descansar y visitar a algunos amigos que hacia años que no veía, al comer con una amiga, platicábamos de Liliana una amiga en común que últimamente ha estado muy involucrada en labores de ayuda a personas en necesidad, ella no tiene los recursos para ayudar a tantos como quisiera pero tiene la voluntad de involucrar a sus amigos para que ayudemos y seamos parte de la labor que pretende realizar o de las personas a las que quiere ayudar, ella está dispuesta a ser parte del milagro que otros necesitan.
Existen personas que creen que estar bien con Dios o en comunión con El significa el orar, pedir algo y que le sea concedido, tener una vida libre de problemas y punto, mas sin embargo Dios espera mas de nosotros en el libro de filipenses 1:29 habla de que» por causa de Cristo nos es concedido no solo creer en El sino también padecer por El», es decir, al lavar con su sangre nuestro pecado, nos ha hecho copartícipes de ella, y si el padeció en la cruz por nosotros, por amor, ha puesto esa capacidad de amar en nosotros también, y no me mal entienda, no nos envió a sufrir sino a padecer, es decir, El se puso en nuestros zapatos y vio que necesitábamos una vida eterna y murió por nosotros, así también nosotros tenemos como deber el ponernos en los zapatos de los demás y lejos de sufrir, usar el poder que nos fue entregado a causa de la sangre de Cristo.
La Biblia tiene promesas asombrosas para usted y para mi, una de las mejores que conozco es la de la cita de hoy, Dios nos promete que si creemos en El, pondrá en nuestras manos su poder, para que hagamos lo que Cristo hizo cuando estuvo en esta tierra, y no como opción sino como una obligación, ciertamente hay algunos requisitos, pero el más importante ya nos fue dado, que es el perdón de los pecados.
En este día, mi invitación es que lea la cita de hoy, y si le parece difícil de creer, ore al Padre y vera, como así como lo hace Liliana, usted recibirá el poder de lo alto, para de manera natural en su vida, hacer cosas sobrenaturales en las vidas de aquellos quienes necesitan creer y recibir un milagro de Dios.