Anoche platicaba con un muy querido amigo que esta en la etapa de su vida en la que se ha dado cuenta que tiene que cambiar su visión de como hacer las cosas, ya que el como las ha efectuado en los pasados años no ha resultado del todo bien, entre ellas esta el buscar un nuevo trabajo, cuando comentaba con el las alternativas de lo que podía hacer y como lo podía hacer, una y otra vez me ponía trabas comentándome que era muy difícil o que no conocía a nadie y sacaba a flote el comentario tan mencionado en estas épocas de «esta difícil encontrar trabajo, la situación esta dura», después de casi 30 minutos de insistir, lo deje por la paz, por que me di cuenta que no es la situación la difícil, sino el lograr cambiar su mentalidad y dejar a Dios intervenir en la situación.

Hubo un momento de la charla en la que me pregunto que como hacia yo para conseguir trabajo y tuve que remontarme a las ocasiones en las que estado en la terna para alguna posición y le comente lo siguiente: cuando participo para un trabajo, primeramente  participo con la consciencia de que me lo van a dar, y no por la persona que soy o por que lo merezca, sino por el respaldo divino que llevo, estoy confiado plenamente que Dios me dará la gracia para agradar a mis interlocutores, la sabiduría para responder acertadamente a cada pregunta y proyectar la imagen necesaria, la firmeza para no ceder a mis principio y no tener que exhibir mi necesidad o simplemente las ganas de tener el empleo y la visión para poder imaginarme como subordinado primeramente y después como la mano derecha de mi futura autoridad, en el caso de que no me dieran la vacante, se que saldré con un aprendizaje de la entrevista y que llevare una lista de cosas para hacer como consecuencia de ello y que aun el que no me dieran el trabajo, necesitaba estar en ese momento y ese lugar; al terminar me pregunto: entonces que?, Dios hace todo?, a lo que tuve que responder que si…

Dios nos equipa para el éxito, no espera menos de nosotros, cuando verdaderamente ponemos una situación en sus manos, El hace uso de toda aquella tecnología espiritual (así me gusta llamarla) y hace resaltar para nuestro interlocutor lo que ha hecho en nosotros y las virtudes de Su trabajo (recuerde no se trata de nosotros sino de El) y a nosotros nos habla a nuestro interior haciéndonos saber los upgrades que tenemos que hacer a nuestro software espiritual o bien las funcionalidades que tenemos y que tal vez no usamos muy seguido para que podamos cumplir y ser exitosos como El demanda.

En México tenemos un dicho que habla de que queremos que nos den «el remiendo y el trapito» cuando queremos las cosas fáciles, Dios ya lo sabia desde antes, nos prometió en el libro de hebreos que si tenemos fe, esta se refleja en tener certeza en lo que esperamos y convicción de lo que no vemos, es decir, Dios tiene su poder celestial trabajando alrededor de usted, cuando usted le da la oportunidad de ser su Dios y de intervenir en su situación, me ha fascinado ver como personas que deciden tener fe en extremo han citado textualmente citas de la Biblia que nunca habían leído o escuchado, las cuales después Dios les muestra para hacer notar que fue El quien tuvo el control de la situación.

Mi incitación este día, es el que tenga un dialogo con Dios, pídale que le muestre los alcances que tiene El en su vida, que le muestre todo lo que esta dispuesto a hacer por usted, si usted hace su parte y vive en santidad y confía verdaderamente en El.

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