La paz para muchos es la ausencia de problemas, pero en realidad eso se llama tranquilidad y es algo que en realidad no tiene que ver con la fe, pues depende 100% de factores internos, de acuerdo a lo que sabemos de parte de Dios y de lo que dice la Biblia, la paz no es otra cosa que saber que Dios no dejará de ser Dios y no dejará de tener cuidado de aquellos quienes le han entregado su vida y viven, así como lo dice el Salmo 91 bajo la sombra del Altísimo, es decir la paz, es el saberse en manos de Dios y respaldados por Él aún en las situaciones más adversas.
Me puede fascinar como Dios describe la paz como un calzado, es decir, solo la paz y la absoluta confianza en la palabra de Dios nos permite seguir caminando, en la dirección correcta y con el paso firme cuando todos los demás han claudicado y se han enfocado más en sus situaciones y sus problemas, cuando otros sufren y son víctimas de las circunstancias.
Piénselo, la Biblia nos dice que somos más que vencedores y para vencer, hay que pasar por batallas, peleas y adversidades, pero la misma Biblia nos dice que nuestras batallas no son contra carne ni sangre y por último nos dice que Dios es quien pelea nuestras batallas, de manera que si pasaremos por situaciones inusuales y que asustarían al promedio de las personas y si estas situaciones no son controlables por la mente ó el físico y van más allá de lo emocional y por último, no podemos ni debemos de intervenir en ellas, pues Dios así nos lo ha indicado expresamente, no nos queda más que aprender a tener paz, a confiar en cada una de las promesas de Dios y a no esperar otro resultado que no sea el que la Biblia promete, que lo que sabemos de Dios por medio de su palabra tenga más peso en nuestros corazones que lo que nuestros ojos ven, eso es paz.
Así es que entendemos que solo quienes tienen paz avanzan de manera adecuada, rápida, pero sobre todo constante, no se detienen, pues entienden que cada adversidad es parte del plan perfecto de Dios y no tienen otro motivo que hacer constatar que las promesas fueron dadas para ser cumplidas, para que dejáramos de ver lo natural y confiáramos en lo sobrenatural, así es el plan de Dios y así es la actitud que debemos de tener.
El detalle radica en que si no conocemos la palabra, tener fe se torna en un ejercicio sumamente difícil y la paz es algo que suele brillar por su ausencia, y es entonces que confundimos la paz con la tranquilidad.
La buena nueva es el evangelio, el evangelio es la crónica de una vida perfecta, la de Yeshúa (Jesús) y la promesa de una vida en el Espíritu, de modo que debemos de perseverar en esa vida perfecta, y no pedir a Dios que acaben nuestros problemas, sino que podamos ver lo que Él ve, así de simple.
Siempre recuerde esto, las personas que piden paz pensando en tranquilidad, quieren esa paz con la intención de descansar y no moverse, siendo que la paz, es algo que nos sirve para avanzar y para seguir adelante, para ir a ese lugar de privilegio donde todos nos ven y tenemos la oportunidad de dar honra a Dios.
Amén, es hermoso tener la paz q sobrepasa todo lo humano y lamentablemente muchos hermanos, no lo disciernen correctamente y se pierdeb de muchas bendiciones en esta vida pasajera, porque se enfocan en su voluntad y no en la de nuestro creador y si se dierán cuenta q siempre debemos de confiar en nuestro creador pase lo q pase, podrián estar preparados para ir a esa morada en el cielo q nos tiene preparada nuestro creador, porque finalmente para eso fuimos creados y puestos en está vida pasajera, lo q significa q nuestra santificación y carácter dependerá siempre de nuestra fe y confianza espiritual.