En la mayoría de las ocasiones (y esto lo digo por haberlo experimentado en carne propia muchas veces), nuestra fe es solo circunstancial, es decir, solemos tener una relación con Dios solo en aquellos temas y en aquellas cosas que nos atañen, que nos preocupan ó que necesitamos resolver, pero las cosas que sabemos que están bien ó peor aún aquellas cosas en las que deliberadamente estamos mal ó que no pretendemos negociar con Dios simplemente no las llevamos a la intimidad con Dios ó preferimos no tocar el tema con las personas con las que convivimos, lo ha pensado?
Pero déjeme compartirle algo, hay 2 cosas que son esenciales en el ejercicio de su fe, la primera se refiere a la integralidad de Dios, es decir al hecho de que Dios no solo cumple partes ó piezas de nuestra oración ó endereza solo una parte de nuestra vida, es por eso que en ocasiones no interviene en nuestra oración, pues no hay condiciones para que lo eterno del efecto de Dios tome lugar, Dios siempre lo ve todo desde el macro y tiene todo contemplado, aún cuando se ocupa de los pequeños detalles, segundo, Dios nos hizo a su imagen y semejanza, así como Él es integral, espera y demanda de nosotros mismo, no se va a conformar con solo partes de nuestra necesidad, pero tampoco de nuestra etrega, Él lo espera todo de nosotros, afortunadamente es paciente.
Dios espera que le conozcamos, de modo que no tengamos pretexto para demostrarle nuestro amor, el cual según Él mismo se manifiesta no por palabras lindas, sino por medio de la obediencia y solamente así (Juan 14:15).
Es ahí donde muchos titubean, a causa de su falta de autenticidad, pues son personas distintas de acuerdo a las circunstancias, en el trabajo son una persona, en su círculo social son otra, en su vida personal son otra y obviamente en si vida de fe, de nuevo son una persona completamente distinta a todas las anteriores, como si eso les llevara a algo más que simplemente el lavar sus consciencias de manera temporal.
Esto no es algo remoto ni algo referido solamente a usted que me lee y probablemente se sienta expuesto ó relacionado al tema, es precisamente por eso que Dios dejó todo por escrito en su palabra para que entendiésemos que todo lo tiene contemplado y que todo está bajo su control, sólo debemos permitirnos conocer a Dios por medio de su palabra y vivir de acuerdo a lo que creemos a causa del conocimiento de su palabra, sencillo, no?
La cita de hoy habla acerca de Moisés, quien había sido designado por Dios para ir y sacar a su pueblo (el pueblo de Dios) de Egipto y estaba estableciendo reglas de justicia y el fundamento de la bendición para los Israelitas, pero se había olvidado de un detalle que pareciera pequeño, pero en realidad era de gran trascendencia, el llevar esa justicia y esa obediencia al plano personal y familiar, si los Israelitas se identificaban a sí mismos por ser circuncisos y ponían por señal la circuncisión como evidencia de su pacto por Dios, el no hacerlo de manera integral y con sus propios hijos, solo acarrearía maldición e incomodidad a la vida de Moisés, y justo así sucedió.
De modo que al entender esto su mujer Séfora, toma a su hijo y lo circuncida, ante la necesidad de vivir en integridad y como dirían muchos, para predicar con el ejemplo.
No me deja de maravillar como es que Dios tiene una respuesta para todo y un plan perfecto en lo que hacemos y en la manera en la que vivimos, pues nada se le escapa, es apasionante saber que Dios lo tiene todo planeado y que no hay nada difícil, ni nada complejo en nuestra manera de vivir en fe si Él ya lo estimó todo, y todo lo contempló en la cruz misma!
De modo que mi querido lector, es este el mejor de los momentos para empezar a homogeneizar nuestra manera de vivir, debemos de regresar a ser integrales como Dios es integral y debemos de ser uno, como ni siquiera el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se atreven a ser 3 pues son sólo uno y nosotros fuimos constituidos de la misma manera, no solo es integridad, sino integralidad, pues no solo somos uno, sino funcionamos como uno.