Se ha puesto a pensar en las relaciones tóxicas donde hay personas celosas?, se ha puesto a pensar por qué las personas actúan de esa manera?, la respuesta es sencilla, nadie puede ser celoso si no lo considera como propio, por lo general las personas que aportan poco a una relación son celosas de manera tóxica y por demás posesiva, eso es algo muy común y muy cotidiano.

Pero no sé si usted ha captado que en la Biblia dice en repetidas ocasiones que Dios es un Dios celoso, será que Dios también es posesivo y también es tóxico?, la respuesta es obviamente que no, pero si Dios es celoso de aquellos a quienes considera como propios, y es ahí donde radica una gran diferencia y si me lo permite se lo quiero explicar, va?

Dios es un caballero y jamás se meterá donde no le invitan, de hecho si usted nunca le ha invitado de manera formal, racional y audible a su vida, es muy probable que viva usted teniendo una relación con la casualidad más allá que con Dios y esto lo explica la Biblia misma, de hecho nos lo explicó Yeshúa (Jesús), que nadie irá al Padre si no es por medio del hijo y para ello hay que hacer una confesión de nuestros pecados y el reconocimiento que sin Él, nos es imposible llevar una vida adecuada, así de simple y sencillo.

A esto le llamamos “nacer de nuevo”, es decir a dejar de vivir bajo nuestro propio entendimiento para empezar a vivir bajo el entendimiento de Dios y de su palabra, suena fácil?, lo es, más de lo que usted imagina.

Ahora bien, cuando entendemos que Dios solo tiene relaciones con aquellos que hemos decidido entregar nuestra vida de manera racional a Dios, entonces podemos entender que sea celoso, pues le pertenecemos, pero no es un Dios celoso de la manera que lo hacen los novios y esposos inseguros, sino lo hace de una manera en donde demanda que le demos nuestro tiempo y que nuestra relación con Él se base en el conocimiento de quien Él es, de los intereses de su Reino y no nuestro beneficio particular y egoísta, pues en realidad nos conviene de sobremanera que su Reino sea establecido, pues así las cosas por las que normalmente batallamos, nos serán más que obvias y más que lógicas, pues somos parte de un todo y no individuos que batallan por cosas particulares.

Por tal podemos entender que los celos de Dios no tienen que ver con el hecho de que le podamos ó no ser infieles, sino con el hecho de que le enoja que desperdiciemos su gracia y todos los beneficios que tiene para nosotros por andar persiguiendo así como decía aquel famoso comercial “espejitos” que solo brillan pero que no tienen valor alguno.

Increíble no?, Dios tiene celos de que prefiramos las cosas de la tierra que son escasas y limitadas, mientras Él tiene cosas eternas y abundantes para nosotros, mejores que nuestra oración más humilde y mayor que el mas asombroso de nuestros logros, sin embargo preferimos como el hijo pródigo gastarnos lo poco que tenemos aun cuando eso nos signifique terminar comiendo las algarrobas de los puercos, cómo no habría de enojarse Dios y tener celos de eso?

Creo en lo personal que el hecho de que Dios sea celoso es una de las mejores muestras de amor que pueda tener por nosotros, pues nos dio la vida de su hijo quien vino a dar su vida, para que aun los pecados que no hemos cometido fueran perdonados desde entonces, de modo que cada vez que batallemos por algo, solo tengamos que rendirnos e ir a su presencia y recibir lo mucho, lo abundante y lo permanente en nuestras vidas, desde la salud, pasando por las finanzas y las relaciones con los demás.

Dios solo espera tener una relación íntima con nosotros, no nos pide mucho, solo nuestra atención y e enfoque de nuestra vida en sus propósitos, le aseguro que el más pequeño y simple de los esfuerzos que hagamos, incluso leer la Biblia que para algunos es tan aburrido, tiene una recompensa incalculable e invaluable pues es la respuesta a la santidad que Él mismo provoca en nosotros, gracias a Dios porque es celoso de nosotros y de nuestra relación con Él!

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