Cada vez nos acercamos más al final de esta jornada hacia entender el dominio propio y hacia saber cómo y porqué debemos pedir a Dios que genere en nosotros un fruto que no habremos y que no sabremos dar por nosotros mismos, al menos en nuestro entendimiento y al menos no en nuestras propias fuerzas, y como lo ha notado he hablado mucho acerca del orden que tiene Dios en las cosas y la tremenda necesidad de todos los frutos previos al dominio propio, y el día de hoy le quiero enumerar la relación que hay entre ellos, para que nos quede más que claro por qué son necesarios cada uno de ellos y también la necesidad de entender el orden en el que Dios hará esto si lo permitimos, por lo que empezaremos en orden.

1 Amor.- se ha puesto a pensar lo diferente que sería el contener nuestro carácter ó lo emocionante que sería el hacer algo que en realidad no queremos ó no entendemos por amor?, qué importante es el saber que podemos controlar nuestro ímpetu por amor a alguien más a anteponer sus razones, sus motivos y el poder entender el porqué de cada persona antes atender la necesidad que tenemos de expresar nuestra frustración, ira ó simple emoción, no?, como lo hemos mencionado previamente, el dominio propio sin amor es solamente aguantarse hasta que luego sea totalmente inevitable.

2 Alegría.- quien no tiene alegría… hmmmm… en realidad no tiene un motivo, Dios quiere poner en nosotros un motivo para vivir, para sonreír, para que nos movamos, cómo lo hemos dicho previamente, quien ora y no sale alegre de ese lugar, en realidad no se encontró con Dios, se encontró consigo mismo y se engañó, pues el sello de la visitación de Dios es la alegría, es la manera de encontrar la mano de Dios en toda circunstancia y el poder enfocarnos en el plan que Él tiene y no en la circunstancia adversa que enfrentamos, el dominio propio depende de la alegría, pues si no, corre el riesgo de atropellar a las demás personas y de tener consecuencias no agradables de las que nos arrepentiremos después.

3 Paz.- creo que este es uno de los frutos más evidentes previos al dominio propio, pues el que no confía en que Dios tiene el control de las situaciones y el que no ve a Dios en medio de la adversidad, simplemente no tiene paz y por ello no se domina a sí mismo, de hecho es por eso que tiene la imperativa necesidad de intervenir en todo y de estar constantemente en control de todo no tiene dominio de las situaciones pues su soberbia y su interés en tomar la iniciativa de todo le domina.

4 Paciencia.- la paciencia tiene que ver con la visión que Dios pone en nosotros, la paciencia tiene que ver con la certeza de las cosas que van a pasar, es mucho más fácil el contenernos, ó el actuar proactivamente si tenemos una visión de hacia donde vamos y lo que habrá de venir, la paciencia es clave para dominarnos a nosotros mismos.

5 Gentileza.- normalmente, cuando no nos dominamos a nosotros mismos, las personas reciben lo peor de nosotros, sin embargo la gentileza tiene que ver con el dar lo mejor de nosotros a los demás de manera planeada, de una forma pensada, entendiendo qué es lo que cada persona necesita de lo que nosotros tenemos y la mejor manera de entregárselo, de manera que sin gentileza, el dominio propio no tiene sentido.

6 Bondad.- lo hemos repasado varias veces ya, la bondad tiene que ver con el expresar la naturaleza buena de Dios, con el saber y entender cómo imitarle, de modo que siempre las personas vean a Dios y no a nosotros en lo que hacemos y en cómo nos comportamos, el tener bondad tiene que ver con siempre ser correctos como Dios es correcto, la falta de dominio no tiene cabida en la bondad, necesitamos tener bondad en nosotros para tener dominio propio.

7 Fidelidad.- la pregunta es a qué le somos fieles?, a nuestro entendimiento y a nuestro modo ó a Dios a pesar de las circunstancias?, la fidelidad es una consecuencia de la presencia permanente de Dios en nuestra manera de vivir, en nuestro corazón y en nuestros pensamientos, la fidelidad es la capacidad de entregarle a Dios nuestra manera de pensar, de modo que aprenderemos a pensar como Él piensa, siendo así, ya no tendremos espacio para reaccionar intempestivamente ni agresivamente, no tendremos la necesidad e actuar bajo nuestra emoción, sino siempre de acuerdo a la visión de Dios, seremos fieles para poder ser dominados.

8 Humildad.- creo que este es el fruto que más me emociona, pues es el que define la calidad de nuestra vida, Dios pondrá tanta abundancia (en todos los sentidos) como nuestra humildad pueda expresar, es decir, tanto como podamos entender en nuestro corazón y en nuestro entendimiento que lo que tenemos primeramente no es nuestro, segundo tenemos la responsabilidad de multiplicarlo y compartirlo y por último, no importa cuanto sea, ni qué tan vistoso sea, siempre tendrá el objetivo de dar honra a Dios, de modo que quien es humilde no tiene la necesidad de guardar nada para sí y reconoce que todo le es dado para que lo administre y no para que lo disfrute en su carne, cuando pase por encima de su necesidad de identificarse por algo que no es suyo, en ese momento será humilde y el dominarse a sí mismo le vendrá como algo tan natural como respirar segundo a segundo.

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Un comentario

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