Orar es un asunto que pareciera difícil, pero en realidad no lo es, solo hay que poner atención a un par de detalles para alinear nuestras peticiones con el orden del Reino de los Cielos, es decir entender qué es lo que Dios quiere de y para nosotros y alinearnos con esa visión.
El problema de pedir no es que solo hagamos eso, pedir, sino que no tenemos idea de qué es lo que pedimos ni la dimensión de la misma petición, es decir, muchas veces pedimos solo cosas que nos sacan del apuro, pero no cosas que cambien nuestra manera de vivir y le quiero dar un ejemplo que es más que claro para ejemplificar esto.
Muchas personas suelen orar cuando suelen estar en apuros económicos y piden a Dios salir de deudas, eso no tiene nada de malo, pero tampoco hace sentido con las cosas que dios quiere hacer en nosotros, ya que por ejemplo Deuteronomio 28 nos enseña que Dios no quiere solo sacarnos de nuestras deudas, sino que quiere cambiar nuestra manera de vivir y de como nos administrando financieramente, al grado que nos dice que seremos de los que prestan a otros y nunca más de los que pidan prestado!, genial, no??
Es ahí donde debemos de entender qué es lo que debemos de pedir y cómo es que debemos de orar, entendiendo que como hijos de Dios y que cada vez que Él haga algo en nosotros, más y más nos regresará a su imagen y a su semejanza.
Por tal es que debemos de dejar de pedir cosas pequeñas y empezar por pedirle a Dios que ponga en nosotros una visión, es decir que nos de un rumbo que seguir y una meta, para que todo lo que hagamos vaya entorno a esa visión y todas las decisiones que tomemos y todas las oraciones que hagamos sean relativas a ese propósito que Dios tiene para nosotros.
Es por eso que Dios nos anima en la cita de hoy a no solo pedirle salir del paso ó a dejar de pecar, sino a pedirle posesión de la tierra, a ser puestos en lugares de dominio y de gobierno a ser quienes le representemos dignamente y que estemos siempre consientes de que dependemos de Él, y que nada podemos hacer y nada somos fuera de su cobertura, solo entonces será que Dios empezará no a darnos, sino a transformar nuestro entendimiento y a cambiar nuestra manera de pensar (Efesios 4:23) pues solo cuando pensemos como Dios, actuaremos como Él espera y viviremos en constante dominio y control de las cosas que nos rodean a favor del Reino de Dios y no en contra de las adversidades.
No le emociona la manera en que Dios lo dice en la cita de hoy?, dice “sólo pídelo”, así de simple, así de sencillo, debemos de dejar de pensar en pequeño y en mediocre y pensar que el sacrificio de la cruz fue hecho no para que viviéramos agradecidos por ser rescatados, sino para que demostráramos nuestro agradecimiento por medio de tomar el papel para el cual fuimos diseñados, así de sencillo.
Piense esto, la Biblia nos promete que siempre tendremos problemas y siempre enfrentaremos adversidades, pero también la misma Biblia nos dice que somos más que vencedores, eso nos indica que el éxito es nuestra constante y no una alternativa, de modo que podemos olvidarnos de lo cotidiano y lo difícil y enfocarnos en lo eterno y lo que nos hace semejantes a Dios, lo había pensado?
Esto que le comento aplica para todas las circunstancias en nuestra vida, en lo laboral, en lo emocional, en lo espiritual, y todo lo que a usted se le ocurra, es su papel y el mío que gobernemos y seamos de influencia en todo lo que hagamos, y de la misma manera será su voz constante y su instrucción dirigiéndonos si lo permitimos y si lo visualizamos desde nuestra oración hasta nuestros actos cotidianos.
Por tal, le quiero invitar esta mañana a que deje sus asuntos y sus preocupaciones diarias, deje de ver el terreno que pisa y atrévase a levantar la mirada y ver las naciones que Dios pone delante suyo para que ahora se atreva a caminar e ir a conquistarlas!