Creo que una de las cosas más frustrantes que existen, es el hecho de orar y pedir a Dios algo que realmente necesitamos ó algo que realmente queremos y no recibirlo y no tener idea de cómo provocar en el corazón de Dios la manera que nos escuche, nos de lo que pedimos ó mínimo una respuesta de porqué ó cómo suceden las cosas en el Reino de los Cielos, le ha pasado?

Lo interesante del asunto es que no es que Dios no responda ó que Dios no quiera darnos aquello que anhelamos ó darnos una respuesta, sino que en realidad no sabemos quien es Él, ni cómo es que funcionan las cosas en el Reino de los Cielos, y con esto me refiero a que tenemos una idea de quien es Dios, pero desconocemos su carácter, desconocemos sus verdaderas intenciones y queremos englobarlo todo en un “Él es bueno” cuando en realidad por bueno entendemos “agradable”, “fácil de modos”, “bonachón”, lo ha pensado?, de modo que pasamos por alto la majestad de Dios y lo más emocionante, que Él tiene un plan específico para nosotros, y que aun la cruz fue planeada antes de la creación del hombre, de modo que aunque su amor es por nosotros, en realidad, sus planes van mucho, pero mucho más allá de nosotros.

Es por eso que insisto tanto a las personas en que lean la Biblia, la Biblia no es un libro de reglas y prohibiciones, la Biblia es el libro que describe el carácter de Dios, es una declaración abierta de amor hacia nosotros y una invitación a que nos sumemos al plan integral que no tiene ningún tipo de falla ni error de parte de Dios, de modo que no solo vivamos una vida buena, sino una vida perfecta.

Wow!, vivir una vida perfecta, eso suena interesante, más poco real, cierto?, pero sabe, Dios realmente espera primeramente perfeccionarnos y sumarnos a su plan, pero pareciera que nosotros insistimos en resistirnos y hacernos ajenos a Él y a su plan y sabe por qué es esto?, porque no tenemos idea de quien es Dios y cual es ese famoso plan.

Pero partamos de un principio sencillo, la Biblia nos dice que Dios es perfecto y eso es fácil de entender para muchos, pero también la misma Biblia nos dice que ese Dios perfecto nos hizo a su imagen y con la capacidad de expresar su naturaleza (semejanza), de modo que la perfección está en nosotros, aunque en muchas ocasiones no la podamos ver ni dimensionar.

De modo que antes de intentar hacer cosas y antes de echar a perder algo, todo lo que debemos de hacer es conocer a Dios para encontrar en nosotros todas esas características y en nosotros esa capacidad de dejar de hacer las cosas como los demás las hacen y empezar por hacer las cosas como Dios las hace y encontrando en nuestro interior esa capacidad.

Es por eso que la cita del día de hoy tiene tanta importancia, nos habla acerca de eso, de simplemente dejar de hacer lo que hacemos, de pensar como pensamos, de inquietarnos como nos inquietamos y fijar nuestra atención en Él, guardando silencio, poniendo atención, confirmando su palabra día a día y haciéndonos parte de algo más grande que nosotros mismos, es decir su plan.

Es por eso que aconsejo a muchos acerca de la oración, ya que en mi entendimiento, la mejor oración tiene que ver con la contemplación de Dios, es decir, es decir, entendernos en el mismo lugar que Dios, sabernos en su presencia y lejos de aprovechar para pedirle algo, tener tanta calma que empecemos por tener la capacidad de contemplar su majestad, callar tanto que podamos escuchar su voz y abrir nuestra mente y nuestro corazón para estar dispuestos a escuchar lo que Él tenga que decirnos y no solo estar buscando ese “si”, “no” ó el “tengo algo mejor para ti” que muchos esperan de Dios.

Note como la cita de hoy termina en una frase emocionante “Toda nación me honrará, seré honrado en el mundo entero”, esto quiere decir que Dios está tan seguro que cuando nos atrevamos a conocerlo y que cuando pongamos nuestra atención en Él, simplemente nos avergonzaremos de lo pequeña y vana que era nuestra oración y qué emocionantes son sus propósitos que no tendremos más opción que alabarle y honrarle al tener el privilegio de ser partícipes de sus planes y reconocer su perfección en nosotros.

Cómo ve?, se atreve?, cree que tenga las agallas de presentarse delante de Dios y hacerle más grande en su corazón y en su mente que sus propias necesidades?

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