El otro día leí una frase que me hizo reír mucho, decía “todas las cosas pasan por algo, por tontos por ejemplo”, y me hizo gracia, porque ante la adversidad, muchas personas suelen usar esta frase y atribuir sus circunstancias a Dios como si éste tuviera participación activa en sus vidas, siendo que escasamente tienen intimidad con Él y pocas veces le consultan para los asuntos de sus vidas, sin embargo, olvidan sus malas decisiones independientes de Él y luego piensan que Él tiene el control de algo que nunca le han cedido.

Además de esto, le atribuyen cosas que son completamente opuestas a su palabra y que no van de acuerdo a su carácter, y sin embargo aseguran que fue Dios el autor de dicha situación y se atreven a pasar malos ratos y malos tragos solamente por el hecho de que no tienen el control de la situación y les dio amnesia temporal acerca de su propio comportamiento.

Y no crea que esto que le digo es malo, sólo es muy común lamentablemente y eso hace que sus vidas de fe se estanquen y no tengan frutos adecuados.

El problema es que después las mismas personas que atribuyen a ese Dios que por algo hace las cosas el hecho de que ahora de la nada “merecen” cosas buenas y tienen la expectativa que a cambio de su tolerancia y su sufrimiento, Dios los recompense y les de cosas por las que nunca se han esforzado y tienen solo un efecto temporal y efímero.

Y la verdad es que Dios no se comporta de esa manera, ni hace cosas ajenas a nuestro entendimiento, lo bueno y aun lo difícil que pueda poner en nuestras vidas, tiene un propósito y una explicación, para que nunca sospechemos de su autoría, sino siempre vivamos en la completa consciencia de quien es Él y de a donde nos lleva, que es siempre de regreso a nuestra identidad a su imagen y semejanza, es decir, Él espera que por medio de lo haga en nosotros, tanto agradable como difícil, que crezcamos a su estatura y dejemos solo de pedir y nos convirtamos en parte de su Reino.

Es por eso que llenó la Biblia de promesas, y a cada una de ellas les puso una condición, para que nos esforcemos en crecer y arrebatarlas, siendo que las recompensas de las mismas son increíbles, pero no solo debemos recibirlas, sino administrarlas y multiplicarlas, de esa manera, funcionaremos de acuerdo a la medida del Reino y dejaremos de ser solo zánganos que reciben y no producen.

Note la promesa de hoy, es una promesa para los oprimidos, para los quebrantados y para los prisioneros, los cuales no solo dejarán de sufrir, sino serán puestos en lugares de honra y recibirán una doble porción, pero no solo para su deleite, sino para que por medio de su capacidad de dar y multiplicar, nunca dejen de tener, pues Dios no da soluciones temporales, todas las cosas que hace son eternas, por tanto el que no haya ido al Padre previamente y expuesto su corazón para que sea sanado y transformado, difícilmente alcanzará una promesa como esta.

Ese es el problema de las generaciones actuales, todos quieren recibir, pero pocos están dispuestos a que Dios toque, sane y transforme su corazón y con ello su manera de ver y entender las cosas, como si con ello le fuera a quitar lo divertido a su vida ó la llenara de prohibiciones, la Biblia habla más de la libertad del espíritu que de otra cosa, esta llena de nuevas capacidades y de promesas de abundancia de todo tipo que de prohibiciones, sin embargo muchos le temen como si supieran lo que contiene.

Por tanto es mi invitación, es más, le reto, a que si nunca ha recibido algo de parte de Dios y que le conste, lleve su corazón delante de Él, deje que Él le transforme y le llene de todas esas cosas que ha dispuesto para usted, como esta promesa de recibir doble porción para que como herederos podamos habitar para Él en la constante abundancia de su Reino.

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Un comentario

  1. SANDRA

    HOLA,
    RENE, YA EN ALGÚN MOMENTO LE ESCRIBÍ, YA CASI 5 AÑOS DE ESO, Y HOY ME SIENTO MUY BENDECIDA,
    YA QUE APARTE DE MI TODO «LO MALO», QUE ESTABA A MI ALREDEDOR, Y FUE MUY SIMPLE.
    BUENO HOY DÍA LO APRECIO ASÍ, SOLO QUERÍA DARLE LAS GRACIAS POR SUS PALABRAS Y REFLEXIONES, A DIOS POR PONER EN SU BOCA Y SU LETRAS LO QUE TANTO NOS CUESTA HACER, DECIR, PERO SOBRE TODO TANTO AMOR, y comprensión GRACIAS
    SU SERVIDORA, SANDRA.