A veces nos es difícil el conservar la calma, en ocasiones nos es difícil saber qué es lo que debemos de creer, es decir, hay muchas cosas que sabemos acerca de Dios y muchas que ignoramos, pero a veces no sabemos a qué aferrarnos en los tiempos de dificultad, no sabemos qué es verdad y qué es mentira ó bien cómo hacer para que Dios responda, reaccione ó simplemente nos haga saber que Él está en control, le ha sucedido?

En realidad hay muchas cosas que podemos creer, pensar ó hacer pero en realidad pocas nos van a servir efectivamente, porque normalmente no se trata de nosotros, ni de nuestras situaciones, sino se trata de Dios, de su plan y de lo que está haciendo en nosotros y hay una gran verdad que debe de coronar nuestros pensamientos constantemente de manera que aprendamos a vivir de acuerdo a ella y le quiero explicar un poco.

Muchas personas creen que no tienen que hacer gran cosa en su vida pues perciben a Dios en ella, y sabe esto es cierto, sin embargo aun así sienten temor, miedo y angustia ante las situaciones difíciles y no es porque Dios no está con ellas, sino porque ellas no están con Dios y su consciencia las traiciona y las acusa y es la culpa la que no les permite recuperar esa tranquilidad que tanto anhelan.

Pero como le decía, hay una verdad que es ineludible y la con la cual debemos de coronar nuestros pensamientos de modo que podamos recurrir a ella y poder por medio de ella recuperar no nuestra tranquilidad, sino nuestra paz (que son cosas MUY distintas), y seguir adelante con la garantía que Dios nos ha dado a quienes hemos decidido nacer de nuevo y ser salvos.

Es decir, Yeshúa (Jesús) nos dejó más que claro que nadie, absolutamente nadie llegará al Padre (a Dios Padre) si no es por medio de Él y para ello nos es necesario nacer de nuevo y hacer de Yeshúa (Jesús) nuestro Señor y nuestro Salvador, es decir reconocer que somos incapaces de dejar de pecar y que necesitamos ser rescatados de nuestra manera de vivir y que estamos dispuestos a hacer de Yeshúa (Jesús) nuestro Señor y vivir de acuerdo a sus estatutos y sus beneficios también, pero solamente esta confesión racional es la que nos llevará de regreso al Padre y nos da la salvación, la cual anula los efectos de nuestro adversario y el pecado en nuestra vida.

Si usted nunca ha hecho esta confesión ó no está seguro de haberla hecho, entonces esta es la mejor oportunidad de su vida, en la liga adjunta, hay una explicación de la misma y podrá asegurarse de ser salvo http://www.devocional-diario.com/wp/esa-oracion/

Esto es importante por lo siguiente, en la armadura de Dios, hay un elemento clave, el casco de la salvación, es decir la garantía y la confianza en la salvación por medio del nacer de nuevo nos da la seguridad y la confianza para que nuestros pensamientos no nos traicionen y que podamos salir adelante a pesar de las circunstancias y lo que el mundo nos haga creer, pero aquél que siga pensando que Dios está en su vida pero él ó ella no está con Dios seguirá sufriendo y atenido a las circunstancias y sus consecuencias, así de sencillo.

La garantía de la salvación es el tónico para que nuestra mente no se vuelva loca, es la seguridad que todos debemos de tener para que podamos caminar sin detenernos y no dejar que nuestra mente y la culpa nos hagan regresar hacia nuestra antigua manera de vivir, es decir, es seguro que continuaremos pecando, eso es inevitable, pero al ser salvos y al entender que nuestra vida ya no nos pertenece a nosotros sino a Yeshúa (Jesús), tendremos una consciencia de pecado, tendremos un espíritu que nos permite escuchar la voz de Dios y tendremos cada vez más el dominio propio para resistir al Diablo y para vivir cada vez mejor, pues al ser salvos, la Biblia nos dice que nuestro nombre ha sido inscrito en el Libro de la Vida, de manera que viviremos eternamente y empezamos el proceso de perfeccionamiento que Dios ha planeado para nosotros desde la eternidad.

Por tanto es importante que dejemos de pensar en las cosas que queremos ó en las que no tenemos y que enfoquemos nuestros pensamientos en la salvación que es un regalo inmerecido, mas es la mejor noticia que podríamos recibir, de modo que nuestra vida debe de ser radicalmente diferente y mejor a causa de ella, ahora si depende de lo que queramos creer, si Dios está con nosotros ó bien que su salvación nos asegura un lugar a su lado.

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