En ocasiones, sobre todo en tiempos de necesidad, solemos creer que la fe nos es de ayuda y contribuye de alguna manera a lograr cierto tipo de cosas, como si por creer algo con muchas fuerzas, lograra hacerle “manita de puerco a Dios”.
De hecho las personas se apoyan en la famosa cita que reza “al que cree, todo le es posible”, y por ello consideran que creer y tener fe es lo mismo, cuando en realidad dista mucho pues no es el hecho de creer lo que importa, sino el hecho de saber exactamente en qué es lo que creemos que hace la diferencia, es decir, apretar los ojos y alguna otra parte del cuerpo deseando, esperando ó con la esperanza de algo, no tiene ninguna validez, efecto ó sentido siquiera.
Y por favor no lo tome a mal, no quiero echar por tierra sus creencias, ni levantar una nueva doctrina, sino aclarar un principio que le ayudará a tener una fe efectiva y a creer adecuadamente de manera que su relación con Dios tenga un sentido y los efectos del Reino de los Cielos sean patentes, constantes y naturales en usted, en su vida y en los que le rodean.
Empecemos por el concepto de la Fe, la Biblia nos revela en Hebreos 11:1 que la fe es la confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la certeza de las cosas que no podemos ver, en otras palabras, la fe es lo que sabemos que Dios hará y esto no trata tanto de sanar a nuestro abuelo ó salir de deudas sino de las promesas que ya están escritas, es decir, Dios diseño un estilo de vida para nosotros y que debemos de perseverar en este más allá de lo que veamos, de lo que nos sucede ó de lo que temamos (sobre todo de lo que temamos), de modo que para cada situación y para cada adversidad hay una porción de la palabra (la Biblia) en la que debemos no solo creer, sino tener confianza, es decir, descansar en ella, de ahí en fuera, hay muchas cosas que podemos creer, pero tendrán un efecto limitado.
Es por eso que al momento de pensar en la armadura de Dios, la fe es tomada como un escudo, es decir es la que nos previene de volvernos locos y creer lo que vemos, lo que pensamos ó lo que otros nos dicen, la fe nos ayuda a mantenernos firmes y hacer que la verdad (la palabra de Dios) prevalezca por encima de la realidad (las cosas que nos suceden), recuerde que no es nuestro papel salir al mundo a luchar y dar de bibliazos a nadie, la Biblia nos explica que la Armadura de Dios nos ayuda a resistir a nuestro adversario (el Diablo) para que podamos seguir haciendo nuestro papel (la gran comisión, ó bien llevar las buenas noticias a todo el mundo, para mayor referencia vea Marcos 16:15-18) sin interrupciones.
Piense esto, Dios derrotó a Satanás en la cruz, desde hace más de 2,000 años está vencido y aún así él quiere que usted crea lo contrario y que tiene dominio sobre usted, es por eso que no nos es necesario luchar contra él, sino usar el escudo de la fe, es decir la confianza en la palabra de Dios, para seguir avanzando en lo que Dios tiene planeado para usted y para mi y que podamos tener una verdadera vida gloriosa, el detalle radica en que tomamos cosas que no son nuestras y nos apropiamos de ellas, y luego decimos “nuestro pecado”, “nuestras deudas”, “nuestras enfermedades”, y con ello nulificamos el efecto de la cruz y de Yeshúa (Jesús).
Si lo nota, no se trata solo de creer, pues podemos dejar de creer una cosa y creer otra de un momento a otro, pero si tenemos fe, como la Biblia nos lo enseña, gradualmente nos haremos inmunes a los ataques y engaños del Diablo y viviremos como muchos dicen y anhelan, por fe, por la confianza de lo que sabemos de Dios y ese será el escudo que nos prevenga y nos cuide de todo mal y toda adversidad.
Le invito a que tome su Biblia y la empiece a leer hoy, no tiene mucha ciencia, empiece en la primer página y no se detenga hasta haber llegado a la última, recuerde que la Biblia no es un libro para entenderse, es un libro que debe de creerse, y además, no tiene porqué encontrar nada relacionado a usted en ella, la Biblia se trata de Dios, una vez que haya quedado claro eso, permitirá que Dios lo regrese a su condición original a su imagen y semejanza de manera gradual y así también adopte su estilo de vida, que es de lo más genial.