Es interesante darnos cuenta que muchas veces no sabemos lo que decimos a pesar de que usamos nuestras palabras para hacernos ver como sabios ó como inteligentes, lo ha pensado?

Ha escuchado a alguien decir “nuestros pensamientos no son como los de Dios”?, muchas personas usan esa frase, pero rara vez se toman el tiempo de verdaderamente explorar en lo profundo del significado de esta frase, ya que solo suponen que Dios piensa de una manera mucho más elevada que nosotros pero en realidad en muchas ocasiones piensa de una manera simple y sencillamente opuesta y con la cita de hoy le quiero dar un ejemplo.

Existen personas que se creen inteligentes por poder hacer cosas malas y peligrosas sin que les afecten, de hecho hay personas que viven todo el tiempo en ese “limite” entre el bien y el mal, de hecho muchas personas dicen que solo existe una “delgada línea” entre lo bueno y lo malo, cuando en realidad no es así, ya que lo bueno es bueno y tiene frutos y efectos de su misma naturaleza, cuando lo malo le sucede igual, solo somos nosotros quienes no queremos alejarnos de lo que nos gusta ó bien de aquello que nosotros mismos denominamos como “no tan malo” ya que pensamos que lo podemos dominar ó controlar, debido a nuestra inteligencia.

Eso es de acuerdo a nuestro propio concepto de inteligencia, pero vea lo que Dios dice acerca de la inteligencia, la inteligencia no está en lo absoluto relacionada con el mal, por el contrario, la inteligencia tiene que ver con el apartarse de éste y no tener relación con el, así de simple.

Lo mismo sucede con la sabiduría, hay muchos que entienden que la sabiduría viene con los años, pero eso es una completa mentira, la Biblia nos confiesa que la sabiduría viene del temor a Dios y entendemos por temor a aquello que conocemos (ya que el miedo viene de lo que no conocemos, sólo como referencia), por lo que podemos traducir que la sabiduría viene del conocimiento de Dios y de saber lo que este habrá de hacer, el que es sabio, sabe lo que Dios hace, simple, no?

Ahora bien, podemos pasar nuestra vida entera, tratando de demostrar lo contrario y hacernos como la Biblia lo dice, “necios”, ó bien, podemos creer esto y empezar a tener fe, ya que la fe, no es otra cosa que creer en la Palabra de Dios y con ello empezar a pensar como Dios piensa y seguramente obtendremos los beneficios que la misma Palabra nos promete, no lo cree?

Por tanto, la inteligencia es algo que se puede provocar, así como la sabiduría, y ambas tienen que ver con el conocer a Dios y alejarse del mal, parece algo sencillo, pero es una verdadera labor al momento de llevarlo a cabo, por qué no empieza a ponerlo en práctica el día de hoy?

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *