La verdad es que esta analogía que hace Dios acerca de la fe me gusta mucho, porque ciertamente cuando tenemos la certeza de aquello en lo que creemos, podemos vivir de ello.

 

Ayer meditaba acerca de esto, se ha puesto a pensar cuando tiene usted gripa y de pronto decide no saludar a nadie porque tiene miedo de contagiar a las demás personas?, pero a su vez tiene miedo de orar por la salud de otros porque no sabe si sanará o si su oración será suficiente para sanarla?, qué interesante no?, hay una certeza de poder contagiar a otros de una enfermedad, pero no de hacer cumplir la palabra de Dios que nos promete que impondremos las manos sobre los enfermos y estos sanarán (Marcos 16:15-18), es decir habitamos en la casa donde un pequeño virus tiene más poder que el Dios que creó el universo entero!, increíble!

 

Es por eso que es tan importante que nuestra fe tenga un fundamento como roca, para que nada lo pueda mover y nada nos desvíe del propósito claro y específico que Dios tiene para nosotros y nos revelará, y entienda esto nuestra fe no tiene que ver con las cosas que queremos, sino con las cosas que Dios espera hacer por medio de nosotros, pues desde la calidad el hombre del Edén, Dios planeó que fuera el hombre quien hiciera y gobernara sobre la tierra y no simplemente darle cosas “buenas” y agradables.

 

Yeshúa (Jesús) mismo se lo dijo al Centurión “ de acuerdo a tu fe te sea hecho” (Mateo 8:13), pues el Centurión había escuchado tanto de Yeshúa (Jesús) que estaba convencido que su poder era tan grande que no necesitaba ir físicamente a un lugar pues es el Dios de lo visible y lo invisible, es decir, creyó más en Yeshúa (Jesús) y lo que la palabra hablaba de Él aún siglos antes de que viniera a la tierra, que en la necesidad del Siervo y la propia, eso es una fe con fundamentos.

 

El tener una fe con fundamentos, significa vivir con la certeza del futuro, significa tener una visión clara de hacia donde vamos y el saber lo que Dios espera de nosotros todo el tiempo, para con esto tener una absoluta libertad de acción y el éxito asegurado en todo lo que hacemos.

 

El tener una fe con fundamentos significa saber que la palabra de Dios (la cual debemos de conocer para ello) SIEMPRE se cumplirá, de modo que siempre podemos confiar en ello, pues Dios es fiel a su palabra de modo que podemos cobijarnos con ella y habitar bajo su cobertura, con la confianza puesta en lo certero, de manera que nuestra esperanza se acompaña de la paciencia que viene como fruto del espíritu y no es solo una esperanza deseosa que titubea minuto a minuto.

 

Lo interesante es que la fe la construimos nosotros, es decir, cada persona tiene su propia fe, no la puede compartir, no la puede copiar, solo la puede vivir, pues la fe depende enteramente de lo que sabemos acerca de Dios y no de lo que queremos, pues lo que sabemos de Dios no cambia, más lo que queremos puede cambiar minuto a minuto de acuerdo a nuestro sentimientos.

 

Por tanto, le quiero invitar a que crea en las cosas que Dios dijo y no en las cosas que otros dicen, como cuando por ejemplo dicen que la Biblia es un libro difícil de leer, no se ha puesto a pensar que eso lo dicen solo quienes nunca la han leído y por lo general quienes no lo han intentado siquiera, pero en realidad, la Biblia es un libro tan simple, pues primeramente nos habla de quien es Dios y segundo nos habla de quienes somos nosotros, hechos a imagen y semejanza de Él, y no hay otra manera de leerla que de pasta a pasta es decir de principio a fin, para qué haría Dios los libros, para luego hacer el suyo diferente y complejo?, si quiere vivir bajo esa fe, le aseguro o que pasará largo tiempo de su vida sin saber si su casa resistirá el siguiente embate de falta de fe, pero si cree en Dios porque le conoce y sabe lo que hará porque lo dice su palabra, vivirá siempre confiado y siempre tranquilo, porque nada le hará moverse.

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