Todas las personas desean ser bendecidas, el problema radica en que no todas las personas alcanzan bendición, ya que no todas las personas entienden lo que Dios entienden bajo bendición.

Muchas personas entienden bajo bendición algo físico, algo efímero ó bien algo pasajero, pero por qué habríamos de pedir al Dios de lo eterno y lo absoluto que intervenga en cosas pequeñas y vanas? y no se lo digo porque sea poca cosa, para nada, si alguien es detallista y específico ese es Dios, pero todas las cosas que hace las hace eternas.

Para que lo entienda mejor, Dios no le saca de deudas, sino transforma la manera en como maneja sus finanzas, de manera que no solo no se vuelva a endeudar, sino que sea usted de bendición financiera para otros, pero a veces la falta de visión al respecto cuarta lo que Dios quiere hacer en nosotros, Dios no le va a curar de una enfermedad hasta la siguiente temporada de frío, Dios va a gobernar en su salud de manera que pueda usted imponer sus manos en otros y sanarles física, emocional y espiritualmente por medio de la imposición de manos, Dios no le va a sanar de una herida emocional para que pueda usted perdonar a su prójimo, sino que Dios le va a sanar de modo que su carácter sea transformado para que nunca más sea herido y pueda depositar en otros ese carácter.

Si lo nota, en todo hay un propósito, pero nunca es oculto y nunca pasa desapercibido, Dios quiere hablarle constantemente para que sepa usted qué es lo que esta haciendo en usted para que vaya y lo ponga en práctica.

Como un excelente ejemplo está la cita de hoy, Abraham anhelaba un hijo, más Dios le dio una nación tan abundante como las estrellas del cielo y como la arena a la orilla del mar, pero se la dio tanto en lo físico como en lo espiritual y desde ese momento su manera de ver la vida y entender a Dios cambió, por tanto le sacó de su tierra y llevó a otro lugar a vivir, donde pudiera ejercer esa nueva manera de vivir, donde la bendición fuera más poderosa que la tradición y lo que le habían inculcado, y pudiera ser él el factor de bendición a otros.

A partir del momento que Abraham entendió que Dios le había bendecido, es decir, que Dios había puesto en él una nueva naturaleza, vivió de una manera diferente, dejó de recibir cosas de parte de Dios, sino fue él quien bendijo a otros, entre más bendecía a otros, más Dios le respaldaba y le abundaba en todo lo que daba y hacía.

Me fascina que esta cita esté al principio de la Biblia, pues así desde el inicio vemos de qué se trata la cosa, no estamos aquí para que Dios nos de, sino para que Dios nos use para ser bendición y quien no entienda esto, pasará su vida pidiendo cosas que no recibirá y pensando que Dios “por algo” hace las cosas.

Debe de quedarnos más que claro que si Dios ya lo hizo todo por medio de Yeshúa (Jesús) quien murió para que no hubiera impedimento para que expresáramos nuestra naturaleza celestial, entonces es nuestro turno de poner manos a la obra y hacer esa obra que nos fue instruida en la gran comisión, es nuestro turno de desatar el poder del Reino de los Cielos, de hacer milagros, de profetizar y de ver cada una de las cosas que Dios dijo que haríamos y de ver nuestro propio bienestar como consecuencia y como cumplimiento de la promesa a nuestra obediencia, no lo cree?

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