Muchas personas piensan en la bendición, pero llaman bendición a muchas cosas que son buenas, que son agradables, que queremos y que probablemente hagan nuestra vida mucho mejor, pero que en realidad no son una bendición como tal, pues no tienen que ver con la voluntad de Dios, sino con nuestro deseo, lo cual es muy distinto.
Lo he repetido innumerables veces, bendición viene de bien-decir, es decir, somos bendecidos cuando Dios habla bien de nosotros y cuando Dios pone nuevas capacidades en nosotros para que vivamos de manera sobrenatural.
Muchas personas creen que pasan tiempos difíciles porque Dios quiere que aprendamos algo, peo sabe, Dios no es así, Dios primeramente nos bendice y luego echa a andar esa bendición, es decir, para Dios esa cita de “te bendeciré y serás bendición” aplica todo el tiempo.
Entonces la cosa no funciona así como nosotros pensamos, sino por el contrario, funciona al modo y al estilo de Dios y eso significa que tenemos que entender las bendiciones como Dios las diseñó para que podamos ser objeto de ellas y no perdernos de ninguna.
La cita de hoy nos enseña que no es que Dios nos haga pasar por pruebas y problemas para que aprendamos “algo” por el contrario, Dios nos ha equipado con nuevas capacidades y luego nos hace pasar por situaciones donde podemos hacer gala de esas nuevas capacidades que Dios nos ha dado, pero ojo, siempre tienen que ver con su palabra y poco con nosotros ó nuestras necesidades.
Para dejarlo mucho más claro, está la vida de Job, quien todos sabemos que lo perdió todo, pero en realidad eso no es importante en lo absoluto, porque no había un motivo en Job para perderlo todo, sino de Dios en hacer gala de todo lo que había puesto previamente en él.
Note como Dios se adelanta a Satanás y le dice: ¿Qué piensas de Job, mi fiel servidor? No hay en toda la tierra nadie tan bueno como él. Siempre me obedece en todo y evita hacer lo malo. (Job 1:8)
Si se da usted cuenta, Dios equipó previamente a Job con todo lo necesario para pasar la adversidad, eso es bendición, Dios describió puntualmente las nuevas capacidades de Job para luego hacerlo pasar por la prueba práctica de cada una de esas capacidades, es por eso que no nos sorprende que Job al verse despojado de todos sus bienes, dice “sin nada llegué a este mundo, sin nada me iré”, es decir, sabe que la pérdida de todos sus bienes significan una de 2, primero la capacidad de Job de vivir en prosperidad como en escasez, pero a su vez que todo le será restituido como la palabra promete, ó simplemente que el tiempo de morir se acerca y que el encontrarse cara a cara con Dios está cerca y que le han despojado de sus bienes materiales para que nada le estorbe para irse con gozo y paz.
Lo nota?, es aquí donde citas como Romanos 8:28 se hacen vivas, porque todas las cosas les vienen a bien a los que aman a Cristo, es decir, a los que viven con propósito, le encuentran propósito en todo lo que viven y les sucede.
Es por eso que debemos de cambiar nuestro enfoque, cada vez que pasamos por un problema ó una adversidad, lo primero que debemos preguntarnos es “qué estaba haciendo Dios en mi vida justo antes de que esto sucediera?”, así podremos identificar cómo salir de esa situación rápidamente y poner en práctica aquello que Dios nos proveyó previamente.
Por favor no sea usted de los que se sientan en los problemas y luego se atreven a pensar que aprenderán algo en cada problema, obvio si puede hacerlo, pero no es el modo de Dios de hacerlo, ojo!
Me encanta que Dios nos dejó todo por escrito para que nos dediquemos a creer y no a entender su palabra, pues será el momento cuando la creamos que nos será revelado lo que hay detrás de ella.
Le bendigo y declaro que su manera de entender y enfrentar sus problemas y adversidades será distinta a partir de hoy, pues entenderá que previamente le fue dado todo lo necesario para salir de ellas sin sufrir, sin pasar malos ratos, siempre triunfando y siempre venciendo, como un verdadero Hijo de Dios.