Uno de mis personajes favoritos de la Biblia es Enoc, el primero de los 3 hombres que no pasaron por la muerte, sino que Dios los llevó al cielo haciéndolos vivir eternamente desde esta vida, y lo más interesante es que la Biblia solo hace mención de Enoc en un par de versículos, pero habla de cosas muy interesantes y profundas en significado, todo es cuestión de poner atención y encontrar a Dios y su manera de hacer las cosas.

La Biblia nos enseña que Enoc caminó con Dios y cuando entendemos esto, es que Enoc no era uno de esos que van a misa o a la Iglesia solo cuando necesitan y mucho menos Enoc se atrevió a tener una relación con Dios “a su manera”, por el contrario, la Biblia nos explica que Enoc caminaba con Dios, des decir, iba a donde Dios iba, iba al ritmo de Dios y buscaba lo mismo que Dios buscaba, al grado que fue tan agradable delante de los ojos de Dios que Dios decidió llevarlo con Él antes de que muriera.

Wow!, eso debe de ser increíble, no lo cree?, y qué es lo que se necesitaría como para que a usted y a mi nos sucediera igual?, había algún requisito secreto que alguien olvidó escribir en la Biblia que ha hecho que nos perdamos de ese beneficio?

Claro que no, el elemento clave de obtener los beneficios del Reino, de vivir una vida generosa y abundante y el no pasar por la muerte está en la misma historia de Enoc, así como en la de todos los hombres y mujeres de la Biblia y de Yeshúa (Jesús) mismo, se pusieron de acuerdo y después de ello, caminaron juntos.

Es curioso pensar que hay personas que aseguran tener una relación con Dios o que simplemente piensan que Dios interviene en sus vidas pero nunca han escuchado su voz, es más, me atrevo a decir que ni siquiera sabían que se podía!, y normalmente ignoran a Dios todo el tiempo y cada vez que necesitan, quieren o les apura algo entran a un lugar que entienden como la presencia de Dios y se desahogan pensando que “dejando” en manos de Dios sus asuntos Él intervendrá y hará todo de la mejor manera, a menos que tenga “algo mejor” para nosotros (aunque nunca lo recibamos).

No termino de entender cual es el afán de las personas de mezclar lo místico con lo espiritual, la Biblia nos enseña que no hay cosas ocultas en lo espiritual, por el contrario, Dios se deleita compartiéndonos sus cosas y se complace en mostrarnos el futuro, si alguien habla claro, es Él, y su mejor interés es ponerse de acuerdo con nosotros para que podamos vivir una vida no solo llena de sus beneficios, sino de Él mismo en ella, pero desafortunadamente a pocos les interesa arreglas las cosas al modo de Dios, de manera que escucharlo es algo para los religiosos y para los ignorantes, pero no para la persona que ha decidido no ser “religiosa” para hacerse “espiritual”, sin entender que aquel que es espiritual se guía por la voz del Espíritu Santo que le habla todo el tiempo y no se guía por lo que siente, como normalmente es el caso.

Dios no es alguien que está ahí para nosotros, como muchos creen, Dios está ahí para que le honremos, le bendigamos, le llenemos de alabanza y honra, no para sacarnos de apuros o intervenir mágica y secretamente cuando no tenemos el control de nuestras situaciones.

Escuchar la voz de Dios es una de las cosas más importantes de nuestra vida, ya que será lo que la rija y podamos vivir felices y confiados, sabiendo no que nuestra vida está en sus manos (en realidad nunca se la soltamos), sino sabiendo que su voz nos hará infalibles, para vivir una vida a prueba de errores y podamos dedicarnos a hacer nuestro papel y no andar batallando con trivialidades sin sentido y que no nos lleva a tiempo.

Así como lo dijo el Profeta Amos, no podemos caminar con Dios, si nos hemos puesto de acuerdo con Él previamente, cuando hagamos así, nuestra vida nos dejará de pertenecer pero estaremos plenos en una vida más allá de nuestras expectativas y que supera todo cálculo humano.

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