En ocasiones me llama la atención como muchas personas tienen relaciones no existentes con otras personas, es decir tienen relaciones por así llamarlas “platónicas» en las cuales solo una persona sabe que tiene una relación con la otra, de modo que todo es imaginario, incluyendo el carácter de la contraparte porque en realidad no hay un conocimiento de aquella persona con la que se dice tener una relación.

Esto que le cuento es más que común creo que la mayoría de las personas pasamos por alguna relación platónica en algún momento de nuestra vida, todos alguna vez imaginamos el carácter o las actitudes de alguien e incluso llegamos a desencantarnos al conocer la verdadera personalidad de esa persona y al conocer sus verdaderos modos y maneras de actuar, no lo cree?

Lamentablemente las relaciones platónicas son cosas que muchas personas no dejan de hacer, sino siguen toda su vida teniendo estas relaciones con personas y con seres a los que no conocen y de los que no saben mucho, pero se imaginan como es que son y tienen una relación unilateral con ellas, y lo hacen todo el tiempo, de hecho esa es la manera en la que muchas personas se relacionan con Dios, pues no saben nada de Él, no le conocen, no le buscan pero todo el tiempo se imaginan que está en su vida y las cosas que “por algo” hace en sus vidas.

Es por eso que hay personas a las que Dios castiga, aunque la Biblia diga lo contrario, también hay personas que dicen poder alejarse de Él, aunque la Biblia nos enseña que no se puede, también hay personas que dicen que Dios está enojado con ellas, cuando dio su vida para pagar su pecado y no hay manera que podamos hacerle enojar, hay otras personas que aseguran que Dios está muy ocupado y que no quieren molestarle, cuando su palabra dice que Dios es santo y se ha apartado exclusivamente para nosotros, lo nota?, muchas personas tienen una relación platónica con Él, ya que solo la imaginan y no tienen idea si es Dios quien está con ellas o si es algún otro.

Una de las cosas que más me asombra es que muchas personas creen que Dios les habla, pero no están seguras, otras dicen que a lo mejor lo que les pasa es algo que Dios tiene para ellas y pasan por largos procesos que no tienen ningún resultado de ningún tipo pero Dios probablemente las tuvo ahí, ah que chistoso que ahora en este tiempo Dios haga las cosas de manera diferente a como las hacía en los tiempos de la Biblia no lo cree?

Por último están aquellas personas que dicen que a lo mejor es el plan de Dios que no se casen o que no tengan hijos, siendo que al principio de la Biblia Dios nos deja claro que es nuestro papel el vivir en unión matrimonial y es nuestra responsabilidad el tener hijos, de hecho la Biblia está llena de historias de mujeres estériles que en todos los casos tuvieron hijos, con la intención de que no nos confundamos y no andemos haciendo las cosas de acuerdo a nuestras circunstancias sino a como Él nos dijo.

De modo que las personas deciden creer más en lo que ven y en sus circunstancias que en lo que Dios dice, pero de repente Dios resulta ser el culpable de todas las cosas que les suceden, cuando tienen deudas, Dios así lo quiso, cuando no tienen hijos, por algo Dios así lo decidió, cuando están enfermos a lo mejor Dios quiso que así sucediera, cuando la Biblia nos dice que toda adversidad viene como consecuencia de nuestra desobediencia (Deu 28), a veces engendramos hijos extraños por tener relaciones con otros dioses que no son el de la Biblia y vivimos con sus consecuencias, ya que no involucramos a Dios en nuestro proceso de toma de decisiones y no le consultamos, y encima de eso nos engañamos pensando que lo que pasamos es parte del trato de Dios hacia nosotros.

Debemos de recordar que Dios ante todo es un caballero, Él no participa donde no le invitan, de modo que si no le hemos tomado en cuenta para decidir nuestra vida, tampoco es responsable de nuestras consecuencias.

Esto que le cuento no es nuevo, al pueblo de Israel también le sucedió en tiempos de Oseas, el pueblo tenía consecuencias terribles a causa de su negativa a Dios y vivían sin los beneficios de ser parte del pueblo de Dios como muchos lo hacen hoy en día, pero Dios los atrajo de regreso a sí y les redimió, tal como puede hacerlo con usted y conmigo el día de hoy.

De modo que le invito a pensar en cada una de las cosas que le pasan, piense en qué tanto ha estado Dios involucrado en cada una de ellas realmente y si por alguna razón no ha sido así, solo tome tiempo y pida perdón a Dios por no hacerle parte de cada una de sus decisiones y permita que la palabra de Dios sea quien le gobierne y siembre nuevos y mejores frutos en su vida.

No tenemos porqué vivir con las consecuencias de nuestras malas decisiones a diario, para eso está la sangre de Yeshúa (Jesús) que fue derramada para el perdón de cada mala decisión, abortemos a los hijos extraños y tengamos frutos buenos y abundantes como la palabra de Dios promete.

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