A veces quisiéramos comernos a Dios esperando que haga algo o bien que nos responda aquello que le hemos consultado y pareciera que todo se torna lento cuando las cosas no pasan o cuando las respuestas no llegan, le ha sucedido?

A  veces todo lo que quisiéramos es poder subir al 3er. Cielo donde Dios habita y hacerle como decimos en México “manita de puerco” y forzarlo a que nos desatore o nos libere de la duda o de nuestras circunstancias.

De hecho, tengo semanas meditando acerca de las personas que piden al orar, ha notado que todos los que pedimos cuando oramos, no recibimos el 90% de las cosas que pedimos (por favor seamos honestos) y claro, puede llegar a ser porque pedimos inadecuadamente (por favor vea Santiago 4:3), pero por lo general tiene mas que ver con quien es que tiene que hacer las cosas que con el hecho de que vayan o no a suceder.

Me refiero a que a veces decimos tener fe y esperamos que todo lo haga Dios, y tener fe no significa que nos sentemos a esperar a que Dios haga las cosas, sino que creamos lo que Él dijo y es justo ahí donde la cosa se pone mas que interesante.

Las personas pretenden demostrar su fe esperando, cuando Dios nos invita a estar quietos y no a esperar, ya que es distinto, ya que el esperar nos puede llevar a impacientarnos, pero el estar quietos, nos permitirá escuchar la voz de Dios y sabe para qué es lo que nos sirve la voz de Dios?, para saber qué y cómo hacer aquello que esperamos de Él.

Así es, Dios no va a hacer cosas por nosotros, nunca lo ha hecho, desde el principio de los tiempos fue así y no tiene porque cambiar, Abraham tuvo que creer y luego unirse a su mujer para tener un hijo, Noé tuvo que construir el Arca, Jacob tuvo que luchar con el Ángel de Dios, David tuvo que enfrentar a Goliat y Yeshúa (Jesús) mismo tuvo que convertir el agua en vino, multiplicar los panes y los peces y sanar a cuanto enfermo el Padre le indicaba, o no?

El común denominador de estos hombres de Dios y su Hijo y todos los demás mencionados en la Biblia, es que todos primero escucharon la voz de Dios y segundo, hablaron de lo que Dios les dijo y al ellos expresar verbalmente lo que escucharon en la intimidad, propiciaron el terreno para que las cosas sucedieran.

Piense en esto, la Biblia habla 2 verdades fundamentales, la primera es que todas las cosas fueron hechas por la palabra de Dios, es decir Dios dijo que existieran y existieron, y segundo, dice que Dios nos hizo a su imagen y con la capacidad de expresar su naturaleza, por tanto, todo lo que querramos emprender tiene que ver con lo que Dios nos hable y el hecho de que lo creamos al grado de expresarlo verbalmente como una declaración.

Si lo queremos justificar bíblicamente lo encontraremos a lo largo y ancho de toda la Biblia, es aquello que llamamos “profecía”, es decir aquello que sale del corazón y la boca de Dios y es puesta en la boca del hombre para que lo declare en su nombre.

El pasaje de hoy se sitúa en preparación para entrar a la tierra prometida, y Dios les habla de que siempre habrá profetas que declaren la palabra de Dios que es su voluntad para que las cosas sucedan, para que el hombre no deje de ser representante de Dios y reflejo de su corazón.

Por tanto, si usted esta dudando, si usted está esperando y cree que va a perder los estribos, la paciencia o cualquier otra cosa, no se vaya con la falsa idea de que debe de esperar o que le debe de ayudar a Dios, todo lo que debe de hacer es estar quieto, en silencio, hasta que escuche la voz de Dios, la cual le va a dar palabra para que declare y se convierta usted en el instrumento de Dios y funcione de acuerdo a un propósito, el libro de los hechos nos enseña que la profecía es una de las señales mas evidentes de un hijo de Dios en funciones, por tanto, el ser profeta es parte de su papel aqui en la tierra.

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