Hace unos días me hicieron de nuevo esa pregunta que hace años que no me hacían y que no importa cuanto tiempo pase o cuantas veces me la hagan no deja de incomodarme, y no por el hecho de que tenga dudas acerca de mi decisión, sino por la expresión en el rostro de las personas que me la hacen, esta pregunta es:

“te cambiaste de religión?”

Lo he expresado en muchas ocasiones en estas líneas, y lo haré de nuevo el día de hoy, religión no es algo malo, pero la mayoría de las personas creen que lo es, de hecho por eso muchas personas suelen decir que no son religiosas sin entender que religión viene de un vocablo latín que significa “reconciliarse con Dios”, por tanto, todo aquel que se diga no religioso es ó un tonto ó un soberbio por no creer necesitar reconciliarse con Dios.

El pecado nos pone en una condición de enemistad con Dios, de por sí nacemos ajenos a Dios debido a la herencia de muerte espiritual que tenemos y nuestra vida infestada de pecado nos aísla de su voz y de su efecto en nuestra vida.

Hace muchos años (25 para ser específico) tomé la decisión de dejar de hacer lo que la gente hacía y aquello que me habían “inculcado» y decidí entregarle mi vida a Cristo, tal como la Biblia nos lo enseña y empecé a conocer a Dios por medio de su palabra y dejar de conocerlo por medio de los mitos y las cosas que las personas me decían.

Lo interesante del asunto es que a pesar de que todas las personas dicen creer en Dios, muchas de ellas, por no decir la mayoría se escandalizan cuando alguien  hace algo diferente a lo que todos hacen e incluso los llegan a llamar “los hermanos separados”, siendo que lejos de separarse, se acercan mas a Dios, irónico no?

Y esto no lo digo con la intención de criticar a nadie, ni de poner a nadie en mal, sino con la intención que todos entendamos la gran necesidad que tenemos de una religión, es decir de reconciliarnos con Dios y esto solamente lo podemos hacer por medio de Yeshúa (Jesús), Él es el único que nos puede perdonar y por medio de ello reconciliarnos con Dios.

Por tanto, no es importante si somos Católicos, Cristianos, Testigos de Jehová, Mormones o pertenezcamos a cualquier iglesia, todos necesitamos a Yeshúa (Jesús) como nuestra religión.

Por tanto cada vez que me preguntan si me cambié de religión, respondo que si, que decidí dejar de creer en Dios, para empezar a creerle a Dios, dejé de pensar que tenía una relación con Él para empezar a tener una relación racional con Él, dejé de adaptar a Dios a mis necesidades y empecé a cambiar de acuerdo a la palabra de Dios para poder regresar a la condición original de ser a su imagen y semejanza y por fin empecé a vivir con un propósito claro y definido.

Esto no me ha separado de la gente que amo, pues mi nueva religión llamada Yeshúa (Jesús), me enseña a amar en lo práctico y no en lo teórico a mis semejantes, mi nueva religión me permite vivir una verdadera vida de Reino ya que ya no me entiendo lejano s Dios sino parte de su plan y con una dimensión muy clara de cual es mi papel en ese Reino y soy una persona libre pues conozco a Dios y conozco su palabra y tengo libertad de actuar conforme lo que sé y no lo que me han dicho o lo que otros opinan.

Si le interesa a usted hacer un cambio de religión, es decir si le interesa pasar de no tenerla y estar enemistado con Dios a ser conciliado con Dios y a tener en Yeshúa (Jesús) una religión (una verdadera reconciliación) le invito a que haga click en la liga que le muestro a continuación para que pueda confesar a Yeshúa como su Señor y Salvador y pueda comenzar la mejor época de su vida, tal como lo hice yo, no cambiando de religión si no comenzando una religión.

http://www.devocional-diario.com/wp/esa-oracion/

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