Tal vez lo haya usted escuchado con otro tipo de palabras que no vale la pena mencionar, pero dicen por ahí que no existe peor cosa que un ignorante con iniciativa, ya que normalmente hace las cosas desde su entendimiento limitado acerca de las cosas y muy probablemente desde su sentimiento.

Y sabe, hay quienes incluso coronan este tipo de pensamiento con frases espirituales y justifican sus hechos en una buena intención, tal como aquel que se atrevió a decir “Dios dijo, ayúdate que yo te ayudaré”, lo puede creer?, lo más insólito es que encima de todo le atribuyan la autoría de la frase a Dios, cuando es completamente contraria a todo lo que Dios habla y dice a lo largo y ancho de la Biblia.

La Biblia nos habla de todos los atributos de Dios, entre ellos y uno de los más emocionantes (ya sé, no hay ninguno que no lo sea) el ser todopoderoso, por tanto no necesita ni de su ayuda ni de la mía, la diferencia radica que es su intención el manifestar su poder por medio de nosotros, pero esto solamente sucederá a través de la obediencia y no de  nuestra inteligencia.

Piénselo de esta manera, Dios prometió a Abraham que le daría un hijo, del cual haría una nación grande y poderosa, no importaba si esto sucedía con Sara su mujer o con cualquier otra, de modo que a Sara, al no ser la portadora de la promesa y queriendo echarle una “ayudadita» a Dios, le sugirió a Abraham que tuviera relaciones con Agar su sierva para que Abraham pudiera tener ese hijo que tanto anhelaba y que Dios le había prometido.

El detalle está en que Dios puso su poder en Abraham, de modo que la promesa de iba a cumplir, aun cuando el hijo que tuvo con Agar, no fuera el hijo que Dios planeó y prometió a Abraham, de modo que Ismael, el fruto de esta sugerencia de parte de Sara, también se convirtió en un pueblo grande y poderoso que es ahora el pueblo Musulmán.

Es mi opinión que en la mayoría de las ocasiones estamos mas emocionados y mas interesados en las cosas que Dios hará por nosotros que en Dios mismo, y es por eso que vemos las soluciones a nuestros problemas y el cumplimiento de nuestros anhelos como algo ajeno y lejano, lo cual hace que nos desesperemos al no ver la manera de como se vayan a dar las cosas y decidimos intervenir y actuar con la buena intención de “ayudar» a Dios.

Es aquí donde interviene la ignorancia, pues no conocemos a Dios y por ende no nos conocemos a nosotros mismos, todo parte desde el mismo punto, desde el principio y en un principio Dios dijo “hagamos al hombre a imagen nuestra y con la capacidad de reflejar nuestra naturaleza” (semejanza), de modo que cada vez que Dios pretenda hacer algo por nosotros, siempre lo hará por medio de nosotros, es decir, somos nosotros el medio por el cual Dios actuará, su poder infinito será manifestado en nosotros y por medio de nosotros, pero no para que opinemos en el asunto, sino para que obedezcamos y por medio de nuestra obediencia, demos gloria al Dios que todo lo puede y todo lo quiere a nuestro favor.

Por tal, en ocasiones solo necesitamos sujetarnos a la autoridad tanto de Dios, como de quien quiera que Dios haya puesto sobre nosotros, piénselo de esta manera (y esto es solo mi deducción), era mas que un hecho que Sara no era una mujer sujeta a Dios, ya que si lo fuera, hubiera ido a la intimidad con Dios a preguntar que papel  jugaba ella en el asunto de tener al hijo que se convertiría en un pueblo, por tanto, podemos asumir que la misma Sara, no era una mujer sujeta a su marido, por tanto, no importaba cuantas veces en cuantos años hubiera él depositado su semilla en ella, ella simplemente no la recibía, pues no la entendía como parte de la autoridad que Abraham ejercía en ella, y no fue sino hasta que obedeció a Dios y obedeció a Abraham, que tuvo un hijo a la edad de 90 años en contra de toda ley natural y de acuerdo a todo efecto del Reino de los Cielos.

Por tanto, nos queda como experiencia que la obediencia es mas importante que la inteligencia misma y que es nuestra responsabilidad el usar el poder que Dios deposita en nosotros adecuadamente, porque de lo contrario, podríamos estar creando pueblos enteros que son ajenos a Dios, como sucedió con el hijo de Agar, por andar haciendo las cosas a nuestro modo y no al de Dios, no lo cree?

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