A veces me sorprende la cantidad de tiempo que podemos invertir en hacer a otros creer que Dios actúa en nuestras vidas, obvio, no es agradable dejar entrever que nuestra relación con Dios esta descuidada, y lo mas interesante es que actuamos como si a los demás no les debiera importar si somos íntimos con Dios o no.
La verdad es que si, a todas las personas les importa mucho si somos o no íntimos con Dios, ya que son quienes habitan a nuestro alrededor quienes se benefician o salen afectados de esa intimidad.
Muchas personas entienden por el estar “bien” con Dios el tener lo que ellas llaman paz, que en realidad es tranquilidad o dicho en otras palabras ausencia de problemas, pero sabe, esto es completamente falso, ya que la Biblia nos habla de que es lo que pasa cuando estamos “bien” con Dios, ya que el estar bien con Dios significa estar en constante intimidad con Él, así como pasa en las relaciones humanas, cuando estamos bien con nuestros cónyuges, tenemos constantes momentos de intimidad, cuando estamos bien con nuestros amigos, estamos constantemente con ellos y constantemente compartimos lo que hay en nuestros corazones con ellos, es decir, estamos en constante intimidad.
Las personas de mi iglesia se ríen cuando les pregunto que cual es el fruto de la intimidad de 2 personas, acaso serán perritos?, obviamente no, cuando 2 personas tienen intimidad, el fruto es un ser humano, un bebe, ya que la naturaleza de ambos se refleja en el fruto, de igual manera sucede con nuestra intimidad con Dios, no podemos ir en nuestra esencia carnal con Él, vamos en nuestra identidad espiritual, y los frutos de tener intimidad con Dios son frutos espirituales y le voy a explicar un poco mas acerca de esto.
En la carta a los Gálatas, se describen los frutos del Espíritu, es decir, el resultado de tener intimidad con Dios, de ir en nuestra identidad espiritual delante del Dios Espíritu, donde los frutos son obviamente de la misma naturaleza y estos son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, pero si se percata, ninguno de estos frutos nos son útiles a nosotros, sino son para beneficios de los demás, por tanto, cada vez que pretenda usted tener intimidad con Dios para tener beneficios para usted, no habrá frutos, ya que su intimidad será estéril, ya que el tener intimidad con alguien ya sea con Dios o con quien sea a cambio de un beneficio, es conocido como prostitución, pero el tener intimidad con alguien para dar vida a un tercero es el reflejo del corazón de Dios.
Es por eso que le digo que es sumamente importante para las personas a nuestro alrededor lo que suceda en nuestra intimidad con Dios, ya que ellas serán las beneficiadas y quienes comerán de esos frutos, seremos capaces de dar amor, de dar gozo, de ser quienes lleven paz a los lugares y a las personas, aprenderemos a ser pacientes, seremos buenos, bondadosos y enseñaremos a otros a tener fe, es decir a creer en lo escrito, a se mansos, es decir sujetos a autoridades y a nunca perder los estribos, pues siempre reflejaremos a Dios por medio de nuestro dominio propio.
Lo ve, si no ha ido con esta óptica delante de Dios, ha estado perdiendo su tiempo, no porque haya ido en vano, sino porque se ha perdido de la mejor parte, el ir a la intimidad con Dios en su misma esencia, para salir de ahí a dar frutos para otros, así como Dios es para nosotros y lo ha dado todo por nosotros, como por qué pretenderíamos ir a la intimidad con Dios para dar frutos diferentes a su y nuestra naturaleza, ir a la intimidad con Dios para generar finanzas es como esperar dar perritos tras la intimidad entre dos personas, no lo cree?
No se preocupe por lo que los demás piensen de su intimidad con Dios, ocúpese de tener intimidad con Él y deje que sus frutos hablen por usted, esos nadie los puede esconder, despreciar ni negar.