El corporativo de la sal

Ayer meditaba acerca de las muchísimas personas que he escuchado decir “estoy orando para que Dios me revele el propósito que tiene para mi en su vida”, esta frase suena como a aquellos que están esperando a encontrar cual será su vocación y a que es a lo que se dedicarán profesionalmente y por mientras lo “encuentran” no hacen absolutamente nada.

Y con esto no le quiero decir que aquellos que dicen estar esperando a que Dios les revele cual es el propósito para su vida no hagan nada, pero si lo pensamos detenidamente, cada minuto que pasan pensando y esperando en ello es un minuto desperdiciado, ya que si por alguna razón Dios no nos revela un propósito específico de lo que habremos de hacer, si nos dio un montón de propósitos eternos que están descritos en la Biblia y si empezáramos a hacer mas lo que vemos escrito y pensáramos menos, llegaríamos mas pronto a donde Dios espera que lleguemos.

Luego están aquellos que aseguran que la Biblia es un libro muy difícil de leer y existen varias razones para que crean esto, pero que considero en mi personal opinión que una de las razones mas poderosas para que crean esto es el hecho de que abren la Biblia buscándose a si mismas y no a Dios, siendo que la Biblia es una libro que trata de Dios y no una biografía donde podamos vernos reflejados nosotros.

Otras personas aseguran que la Biblia tiene un lenguaje complicado y dependiendo de la versión de la Biblia que lean, pueden tener razón, aún así hay que entender que la Biblia fue escrita en varios tiempos y lugares y mucho del lenguaje que en ella esta reflejado es un lenguaje que habla de usos y costumbres de aquellos tiempos y que solo tenemos que investigar un poco sobre como eran las cosas en ese tiempo para poder entender claramente que es lo que el autor quería expresar.

Todo esto se lo comento, porque lo he vivido, creo que durante mucho tiempo no abrí una Biblia pensando que no entendía nada y porque en ella buscaba respuestas a mi vida y a mis problemas y no buscaba lo que Dios tenía para decirme y cuando entendía algo, no encontraba la aplicación para mi vida y no sabía como era que eso que aprendí o entendí tendría un beneficio para mi vida y una repercusión favorable en mi situación.

Y no fue sino hasta que me percaté que el leer la Biblia es como encontrar trabajo, el puro  hecho de entregar nuestra vida a Jesús y leer la Biblia conscientemente nos convierte en parte de un corporativo, donde todos vamos enfocados a un bien común, pero que finalmente el trabajo en conjunto tiene como objetivo el dar gloria y honra a Dios.

Normalmente cuando pensamos en Dios y pensamos en fe, sin darnos cuenta en realidad hablamos solamente de lo que nosotros necesitamos y de lo que nosotros queremos y de como nos beneficiamos, buscamos la tranquilidad constante con el pretexto de que queremos paz en nuestras vidas, siendo que el corporativo al que ahora pertenecemos nos demanda guerra, enfrentar adversidades y vencerlas todo el tiempo, pero esa parte como que preferimos no leerla, porque no nos sentimos “preparados” para hacerla.

Hace unos días me fue recordado lo simple y lo sencillo que es ser parte del corporativo de Dios, cosas simples y planas de las cuales habla la Biblia, con ejemplos gráficos sin ninguna implicación rara ni compleja:

La cita de hoy nos dice que somos la sal de la tierra y esto es tan sencillo de entender como entender la sal que consumimos día a día en casa.

A diferencia del azúcar que impone su propio sabor en la comida, la sal aumenta el sabor de la comida, es decir, la sal hace que cada alimento se distinga por su propio sabor y que así resalte (obvio a menos que pongamos demasiada sal a la comida), además de esto, la sal provoca que nos de sed, es decir, la sal hace que bebamos mas agua.

Es por eso que como parte del corporativo celestial, es nuestro deber el quitar nuestra mirada de nosotros mismos y ponerla en quienes nos rodean y ocuparnos en hacer que sus vidas tengan un mejor sabor y provocar con nuestro ejemplo el que esas personas tengan mas sed de Dios, así de sencillo.

La Biblia esta llena de promesas, las cuales en su mayoría tienen condiciones sencillas y fáciles de cumplir, si las conocemos y las llevamos a cabo, nuestra vida será una vida llena de beneficios, que animarán a otros y llenarán sus vidas de esperanza y les harán ver sus sueños mas cercanos, es decir por el simple hecho de vivir nuestras vidas de acuerdo a la palabra de Dios, las vidas de otros adquieren un mejor sabor, y además de esto notarán la mano constante de Dios en nuestras situaciones, por lo que serán inspiradas a buscarle de la misma manera que nosotros le buscamos, lo nota?, ser la sal del mundo es algo sencillo, siempre y cuando quitemos la vista de nosotros y la pongamos primeramente en Dios y luego en los demás, tal como esta descrito en los mandamientos y en el mismo orden.

Por tanto, usted puede decidir seguir batallando con sus propias cosas y sus propios asuntos por todo el tiempo que usted quiera, o puede ser parte del corporativo que Dios creó y fungir su papel y ser parte de “la sal de la tierra”, de manera que en ello el propósito que Dios tiene para usted le sea revelado de manera inmediata.