Una de las cosas que nos deben de quedar mas que claras es que en el Reino de los Cielos no caben los sentimientos, y esto no se lo digo con el afán de confundirle o hacerle sentir mal, por el contrario, lo hago con la intención de que aprenda a dimensionar como es que Dios hace las cosas y como nosotros somos hechos semejantes a Él, con capacidades semejantes a las de Él.

Piense en esto, cada vez que sentimos, dejamos de pensar, ya sea por una pena o o por una alegría, nuestros sentimientos nos inundan de tal manera que dejamos de actuar correctamente y que nuestros actos dejan de tener sentido, esto obviamente no significa que los sentimientos sean malos, por el contrario, nos son naturales, pero lo que si significa es que debemos de aprender a dominarlos, para poder vivir adecuadamente.

Los sentimientos son fruto del alma, y nuestro objetivo es que nuestra alma (la cual contiene nuestros sentimientos y pensamientos) sea dominada por nuestro espíritu (el cual escucha la voz de Dios), en otras palabras, que lo que escuchemos de Dios sea mas fuerte que aquello que pensemos y sintamos, y solo así y solo de esa manera llegaremos a cumplir ese mandamiento (el primero) de amar a Dios sobre todas las cosas, es decir, cuando lo que escuchemos de parte de Dios sea mas importante que lo que pensemos y lo que sintamos, no importa cuan fuerte, intenso o importante sea.

Por tanto, nuestra relación con Dios es una relación racional que rige nuestro caminar y no solo nos da cosas “buenas” y nos hace sentir “bonito”.

Ahora habiendo aclarado esto, podemos empezar a definir conceptos como el amor, ya que muchas personas tienen la falsa idea de que el amor es un sentimiento siendo que Dios nos muestra y nos demuestra a lo largo de su palabra que el amor no es otra cosa que una decisión, la cual podemos y debemos tomar a diario y que refleja su naturaleza.

Piénselo de esta manera, Dios creó la cruz antes de crear al hombre, es decir, Dios siempre supo que el hombre habría de fallar y siempre supo que habría de dar su propia vida por el hombre y a pesar de eso, decidió crear al hombre pues había decidido amarle desde antes de crearle, su amor fue una decision racional y lo sigue siendo, Él sigue decidiendo amarnos a diario y decide beneficiarnos con su amor, ya que es fiel a su palabra.

Wow! “fiel a su palabra” que término tan fuerte!, nunca se ha puesto a pensar cuantas veces hemos sentido amor por alguien y lo hemos expresado con nuestras palabras para luego solo ignorarlas y dejarlas de lado?, entonces, nuestra palabra no vale?, o amamos incorrectamente?

La respuesta correcta es que no tenemos un concepto adecuado del amor, y por tal cometemos errores respecto a ese amor diariamente, esa es la verdadera y mejor respuesta, pero eso no quiere decir que estemos destinados a amar de esta manera, la semejanza a Dios nos da la capacidad de amar adecuadamente, como Dios ama, decidiendo, siendo firmes y no flaqueando ante nuestra decisión de amar.

Hemos hablado en todos estos días de que es nuestro papel gobernar la tierra para Dios y la cita de hoy nos dice como es que debemos de gobernar, una de esas maneras de gobernar es perseverando en el amor, es decir y en otras palabras a perseverar en la capacidad que tenemos de amar, a pesar de las circunstancias, a pesar de las adversidades y los desencantos, a pesar de lo que sintamos y lo que podamos pensar, amar porque está en nosotros la capacidad de reflejar el amor de Dios que siempre ha sido, que siempre es y que nunca dejará de ser.

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *