Hay una gran diferencia entre comprar de contado y comprar a crédito, ya que cuando compramos de contado, solamente podremos comprar aquello que nos alcanza ya sea con el dinero que tenemos en efectivo, o bien lo que tengamos en nuestra cuenta bancaria, es decir, nuestras compras de contado son limitadas, existe otro método de compra que son las compras a crédito, que son aquellas que hacemos con el compromiso de pagar durante algún tiempo, con el costo de pagar intereses y que nos permiten adquirir cosas que en ocasiones nos costaría mucho trabajo el juntar tal suma y poder pagar de contado.

Con esto no quiero decir que comprar a crédito sea algo recomendable o lo contrario, cada quien debe de conocer sus alcances y administración para comprar ya sea de contado a crédito, mas bien quiero hacer la comparación de como un crédito nos abre posibilidades de alcanzar cosas mas grandes y mas cómodamente que el contado.

Algo similar nos sucede con Dios, en muchas ocasiones solemos pedirle a Dios, y junto con la petición, van una serie de sugerencias de como cumplir esa petición, sin darnos cuenta que la mayoría de las veces, esas sugerencias van de acuerdo a nuestro entendimiento y a como nosotros vemos las cosas y no nos damos cuenta que estamos haciendo algo similar a comprar de contado, es decir, estamos limitados a los recursos con los cuales contamos, sin darnos cuenta que Dios tiene recursos mas bastos y mejores métodos de como  cumplir cada una de las peticiones que hay en nuestro corazón y mejor aun, ya que Dios jamás nos cobrará intereses, y no solo eso, sino que no nos hará pagar la deuda!!.

La Biblia nos revela en su palabra que muchas veces no recibimos porque no sabemos pedir, primeramente porque somos limitados y tenemos una visión limitada de como llegar a esa petición y segundo porque solemos tratar a Dios como un banco y creemos que tenemos que pagarle como si lo fuera, sin darnos cuenta que si dejáramos que El actuara y nosotros nos comportáramos como lo que nos corresponde, como hijos del Dueño del oro y dela plata como dice la Biblia y como Mayordomos del Rey de Reyes y Señor de Señores, recibiríamos así como dice la cita de hoy, cosas que nadie ha visto y nadie ha escuchado, que están preparadas desde siempre y para siempre, y que son exclusivas para nosotros, solo tenemos que ampliar nuestra visión y dejar de ver con nuestros ojos carnales para ver con nuestros ojos espirituales y recibir como el Padre lo promete en su palabra.

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