Es interesante ver y saber como es que las personas pasan por las mismas problemáticas una y otra vez, es decir, pareciera que amaramos el dicho de «nadie experimenta en cabeza ajena» y sus efectos.

Pocas personas entienden el concepto de herencias generacionales, y estas no tienen que ver solamente con heredar casa y dinero de generación en generación o bien artículos y objetos de estima, va mucho mas allá, las herencias son mas que otra cosa espirituales.

Así como lo entendió, podemos y debemos dejar a las siguientes generaciones herencias espirituales, y de hecho lo hacemos, pocas veces de manera consciente y pocas veces son de aquellas herencias de las que nos habla la biblia, por lo general dejamos y recibimos las así llamadas maldiciones que transcurren de generación en generación.

Las maldiciones generacionales, son para entenderlo mejor espíritus que se instalan en nuestras familias, a lo largo de las generaciones, ejemplos de ello son los vicios, por lo general el hijo de un fumador, también lo será, de un tomador, también, si hay un divorcio en la familia, muy probablemente se convertirá en un factor repetitivo, y así sucesivamente, la biblia nos habla de ello…

¿Pero que hay de las bendiciones?, ¿también son generacionales?…

Claro que lo son!, el problema, es que nos pasan de noche al igual que las maldiciones, pero, a diferencia de las maldiciones, las bendiciones son conscientes, es decir, a nuestro Dios le agrada dejarnos saber a ciencia cierta todo lo que nos da, ya que nuestras bendiciones se diferencian de nuestras maldiciones en que las maldiciones son impulsadas por la apatía y el desentendimiento.

La cita de hoy trata de Caleb, un hombre que no solo fue fiel, sino que a sus 80 años de edad reclamó su parte de la tierra prometida, y no solo eso, sino que fue y la conquistó y expulsó de ella a los que en ella habitaban, lo hizo de tal manera y de tal agrado de Dios que quedó asentada en la biblia como una de las mas grandes hazañas de perseverancia.

Hoy en día pocos están preocupados por saber cuales de sus bendiciones trascenderán a las siguientes generaciones, por el contrario, las pocas oraciones que logran elevar, son solo para pedir bendición escasa, para sobrevivir y de corto alcance.

Hoy le quiero invitar a meditar en ello, piense en que es lo que ocupa su oración y piense que tanto puede impactar aquello por lo que ora usted hoy a las siguientes generaciones, no le gustaría que así como dice la cita de hoy, sus bendiciones trascendieran a tantas generaciones que hasta ese entonces sea recordado su corazón fiel como el de Caleb?

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