Dios tiene muchas maneras de hablar, a mi, en lo particular, me da grandes lecciones por medio las películas, la gente que me es cercana se ríe, porque dicen que pareciera que veo películas con mensajes paralelos a la trama de la película en si y este fin de semana no fue la excepción, al estar en medio de una serie de cambios radicales en mi vida, decidí tomarme un refrigerio en Guanajuato un lugar donde ciertamente Dios habla a mi corazón de manera impresionante.
Hace ya algunas semanas oro acerca de las personas que se sienten solas y se sienten abandonadas por Dios, a pesar de decir entender que no es así, y que Dios en realidad no las abandona, no pueden evitar el sentirse así y vaya respuesta que recibí!.
Estuve a punto de perder mi autobús, pero no fue así, Dios tenía ya un plan, y todo empezó cuando la película «Invictus» comenzó, los que han visto la película saben que la película trata de el país de Sudáfrica en los tiempos que el Presidente Mandela comenzaba a gobernar, y hacía esfuerzos enormes porque los derechos de las personas de color se respetaran y a la vez el velar que los derechos del resto no se pisotearan, su misión era el lograr la unidad de su país, el hacer de un territorio dividido por el racismo y la opresión una sola nación, y parte de ello lo logró por medio de apoyar e impulsar al equipo nacional de Rugby (Deporte nacional de la gente blanca de aquel país y ancestro de lo que conocemos como futbol americano).
El mismo Presidente Mandela tenía conflictos con éste equipo por lo que había significado en su pasado, pero era hora de hacer lo correcto y no lo que estaba en su mente, por lo que hizo cuanto estuvo a su alcance para apoyarlos, a pesar de que el equipo mismo no apreciaba su apoyo.
Era el año de 1995 y el Mundial de Rugby se jugaba precisamente en Sudáfrica y el equipo anfitrión era uno de los favoritos par ser descartados desde la primer ronda, mas ellos no estaban dispuestos a dejarse vencer, por lo que por un lado decidieron entrenar mas duro de lo acostumbrado y por el otro ser obedientes a sus autoridades quienes les pedían que adicional al entrenamiento hicieran labores de relaciones públicas.
Un día previo a su primer partido del Mundial, estando concentrados y alejados preparándose para el partido del día siguiente, vino el Presidente Mandela a visitarlos en helicóptero y había hecho un gran esfuerzo por memorizar cada uno de los nombres y rostros de los jugadores, para así poder dirigirse en lo personal e individual a cada uno, lo cual les alentó de gran manera ( el resto de la película lo tendrá que ver por usted mismo).
Pero fue en ese preciso momento que mi duda fue aclarada, fue ahí donde inevitablemente rompí en lagrimas y recordé muchos de mis encuentros con Dios cara a cara en donde El al igual que el Presidente Mandela se dirigió a mi mencionando mi nombre (obvio, Dios no tuvo que hacer ningún esfuerzo por aprenderlo, El ya lo sabe), e infundiéndome aliento.
Y fue ahí donde lo entendí, si desea usted asegurar esos encuentros con Dios, así, cara a cara, va a ser siempre mas fácil haciéndolo como el equipo de Rugby de Sudáfrica, estando en concentración, es decir, preparándose para la batalla, entrenando en lo espiritual, haciéndolo en privado, solo Dios puede venir a su encuentro y nadie mas!.
Con esto no le quiero decir que solo de esta manera Dios le visitará, pero al igual que el Presidente Mandela, siempre antes de los grandes logros y triunfos, será mucho mas probable el que la visita suceda, cuando el propósito sea mas allá que una simple visita de cortesía, sino una preparación a la victoria.
Hoy lunes le quiero preguntar, que retos, que luchas y que victorias tiene en puerta?, esta esperando que Dios venga a verle para comenzar a prepararse?, si usted investiga en la Biblia, Dios actúa de manera distinta, El espera que estemos en preparación constante, buscando nuevos retos, nuevas luchas y nuevas victorias, para así, El estar de constante previo a nuestra victoria con nosotros y no después, es mi entender que en la victoria todos nos felicitan y todos nos buscan, pero apartados en preparación, solo El podrá encontrarnos y recordarnos como en la cita de hoy, que El nos hizo, nos dio nombre y que le pertenecemos.
Será a caso que aquellos que se sienten abandonados, no reciben visitas del Padre pues no están preparando ninguna batalla?