Esta mañana le voy a compartir algo que estremeció mi corazón el fin de semana y no solo eso, sino que incluso me hizo cuestionar el modo de practicar mi fe.
En mi iglesia se llevo acabo un evento en el cual durante semanas nos preparamos en oración y ayuno para invitar a las personas que amamos a conocer de Cristo, por cuestiones de trabajo, estuve viajando constantemente durante esas 4 semanas y no pude estar al tanto de lo que sucedería en especifico esos días, por lo que asistí solo como congregante y no como servidor.
El evento consistió de hacer una pequeña representación acerca de Simon de Cirene, del hombre que fue llamado por uno de los soldados romanos que llevaban a Jesús a la cruz, que al ver que estaba tan debilitado a causa de los golpes y maltratos, decidió ayudar por medio de alguien del pueblo Judío.
Simon era un hombre Judío que vivía en África, mas sus hijos vivian en Jerusalén, le habían escrito acerca de Jesús, mas este no tenia intención de dejarse convencer de quien era Jesús y lo que venia a hacer a este mundo, pero decidió emprender el largo viaje desde casa a Jerusalén, para celebrar las pascuas de acuerdo a las costumbres Judías y así poder ser bendecido el resto del aniño, solo que cual seria su sorpresa que encontró una ciudad conmocionada a causa de la crucifixión de Jesús, al igual que los demás decidió pararse al lado del camino para ver pasar a Jesús, le llamaba la atención el descubrir quien era ese del que tanto hablaban.
Cuando paso Jesús frente a el, vio que a simple vista no era mas que un simple hombre, pero cual fue su sorpresa que justo frente a el este cayo, ya que sus fuerzas no le daban para mas y fue ahí donde vio todas sus heridas y de dio cuenta de que manera le habían maltratado, fue entonces que un soldado le llamo y le obligo a llevar la cruz por Jesús, para dentro de si mismo este pensó con enojo el porque el y no otros y mas que eso, era dia de fiesta y llevaba sus mejores ropas y ahora estas se mancharían de la sangre de Jesús que estaban impregnadas en la cruz!!, no fue sino hasta el momento que le ayudo a cargar la pesada cruz y al caminar junto a este hombre del que tanto se había hablado que vio su verdadero poder y lo que había de hacer no solo por el, sino por toda la humanidad.
Hay personas que dicen amar a Jesús, pero en realidad solo se paran al lado del camino a verle pasar y se conforman con eso, hay otros que tratan de dejar su huella en el mundo y dejar un «legado» pero lo hacen con sus propias fuerzas, y hay otros que solo hacen lo mínimo indispensable, ni siquiera para ser bendecidos, sino para no tener problemas a lo largo de su vida, pero desafortunadamente la mayoría no logra lo que pretende, ya que sus fuerzas y su entendimiento no les es suficiente para ello, haría falta el buscar el rostro de Jesús y entender lo que significo cada golpe y cada latigazo para dimensionar su efecto en nuestra vida y por ultimo, el estar dispuestos a mancharnos con esa sangre, para que se notara el efecto de Jesús en nuestras obras, es decir, lo que hizo que el nombre de Simon fuera perpetuado en la Biblia no fue su rutina Judía, ni la manera como fue criado para ser bendecido, tampoco fue la fe que le inculcaron, sino fue el hecho de que fue manchado con la sangre de Jesús y convirtió un pequeño acto de misericordia en un ejemplo de obediencia que nos ha ensenado a los hombres por miles de años.
No se, ni imagino que es lo que usted anhele de su vida, y le aseguro que si lo hace sin Jesús en ella, le será mas difícil que si invita a Jesús a ser parte de ello, pero lo puede hacer desde la orilla del camino, o lo puede hacer desde tan cerca que sus ropas se manchen de la sangre de aquel que por su sangre nos da vida eterna.
Mi invitación en este comienzo de semana es a eso, ore, ponga delante de Dios su planes y permita que este le muestre en que parte del camino se coloque para que pueda ver el rostro de Jesús, y demás le permita estar tan cerca de El que pueda tomar la cruz y mancharse con el efecto de la eternidad.
Las personas que asisten a mi iglesia decidieron eso, durante 4 semanas buscaron el rostro de Jesús y decidieron estar tan cerca de Jesús que 32 personas decidieron seguir su ejemplo y hacer de Jesús el Señor y Salvador de sus vidas por medio de una oración, es decir, lograron por medio de la sangre de Jesús no solo ser bendecidos, sino lograr vida eterna para otros, que me dice de usted, esta dispuesto a manchar sus mejores ropas con la sangre que da vida?