Hay un dicho que reza «el que madruga, Dios le ayuda», y desafortunadamente es un dicho mal entendido y mal aplicado por la mayoría de quienes lo usan, ya que primeramente no entienden el sentido de levantarse temprano y mucho menos de buscar a Dios a esas horas, de hecho creo que la mayoría solemos solo elevar una suplica como para mantenernos despiertos y poder iniciar nuestro día y continuar con nuestras actividades programadas para ese día.

Hay varios personajes en la Biblia que hicieron este ejercicio y quedo plasmado en la Biblia, iban y buscaban al creador de madrugada, empezaban su día en la presencia de Dios y aseguraban su bendición.

No es que Dios tenga un horario en especifico en el que se manifieste de mejor manera que en otros tiempos, mas bien lo entiendo de esta manera y se lo voy a explicar:

En lo personal soy una persona madrugadora, este es un habito que adquirí hace cerca de 10 años cuando vivía en Guanajuato, empecé la rutina de levantarme a las 5 am para tomar un tiempo de orar, luego leer la Biblia y después de eso iba a mi clase de spinning, para posteriormente desayunar en toda calma, asearme y de ahí partir al trabajo, de manera que a la hora que partía a trabajar, ya llevaba detrás de mi 4 horas de actividad, iba mas que despierto y con una sensación de satisfacción que no he podido comparar en ese aspecto con ninguna otra cosa, he conservado ese habito, me he dado cuenta que en la mañana soy mucho mas productivo ya que a esa hora nada es urgente, no hay llamadas, no hay e-mails con solicitudes de respuesta urgente, ni nada, de hecho la mayoría de las personas están dormidas aun a esa hora y fue ahí cuando entendí parte de la cita de hoy.

Dios anhela que le busquemos de madrugada, porque precisamente a esa hora no hay nada urgente, ni nada que nos distraiga, no hay nada que se interponga entre El y nosotros, también por lo general cuando vamos delante de Dios, llevamos siempre alguna necesidad o alguna suplica y aunque El no lo requiere así en especifico, pero siempre es bueno llevar algo a cambio, y cuando me pongo a pensar que es lo que le podría llevar, solo se me ocurre una cosa, mi prioridad, es decir, según la Biblia, Dios demanda de nosotros que le entreguemos nuestras primicias, es decir, lo primero y lo mejor de todo, así que si le entregamos las primeras horas de nuestro día y las mejores que son las de la madrugada ya que a esa hora, nada interrumpirá nuestra platica, creo que estaremos mas que agradando el corazón de Dios y aseguraremos su favor.

Hoy le invito a eso, tómese un tiempo, ore al respecto, si no esta en su rutina el levantarse temprano, busque el hacerlo, antes de hacer cualquier cosa busque un lugar de oración y preséntese delante del Padre, al principio le será difícil ya que hay que hacer un habito de ello, pero después se sorprenderá de cómo su relación con Dios progresa y de cómo es que su favor fluye en su vida de constante y con una mayor intensidad que antes.

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