Le ha pasado alguna vez que usted empieza a soñar, luego decide seguir sus sueños y cuando menos se da cuenta, ya no sabe ni donde esta y mas que otra cosa se siente solo?, casi puedo asegurar que todos hemos pasado por esa situación, es lindo seguir nuestros sueños, y mas si son de beneficio para nosotros, de hecho creo que son de las oraciones mas constantes que Dios debe recibir, pero si seguimos nuestros sueños y oramos al Padre para que nos ayude, ¿como es que nos sentimos solos al hacerlo y sentimos que perdimos el rumbo?.

La respuesta es sencilla, aunque le pedimos a Dios su ayuda y su intervención en nuestros asuntos, pocas veces o prácticamente nunca le pedimos su opinión acerca de lo que queremos, soñamos o de lo que ya estamos haciendo y por ello navegamos con la sensación de que Dios nos apoya, pero realmente no nos consta.

Me llama mucho la atención como es que la gente se consuela todo el tiempo cuando ora y las cosas no pasan y se dicen a si mismos «Dios sabe porque hace las cosas» o «los tiempos de Dios son distintos a los tiempos del hombre», pero pocas veces toman una biblia, se ponen a buscar acerca de su situación, y oran con diligencia y como corresponde, de hecho esa es una de las razones por las cuales los santos y los ídolos son tan populares, porque generalmente la gente les ora y les pide, pero no demandan nada, no existe literatura al respecto y no requieren de ningún compromiso, pero con Dios es diferente, El en definitiva nos ama y quiere nuestro bien, de hecho la biblia así lo dice, pero también nos dice que al que mucho se le es dado, mucho se le demanda, es decir, todo beneficio tiene un compromiso y un precio por pagar, no es un intercambio, para nada, mas bien quiero entenderlo que es como un tipo de «membresía»,  ya que entre mas nos decidamos en pagar ese precio, mas serán los beneficios que recibamos por hacerlo, es un circulo virtuoso.

Este lunes por la mañana quiero invitarle a lo siguiente: deje de solo pensar y sospechar que Dios es quien actúa en su vida, decida salir del mediocre promedio y decida aprender a ser radical, no solo en su actuar, sino en su bendición, decida ser bendecido radicalmente, aprenda a que las bendiciones de Dios no son un favor aislado, sino que pueden ser una manera de vivir, aprenda a que su vida no es suya, sino que es de El y para El, y que conforme le entregamos esa vida y le ponemos nuestros pasos a su aprobación, dejaremos de vivir a prueba y error, y viviremos en bendición constante.

Ojo, no piense que lo que dice el párrafo anterior significa que tiene que dejar de hacer las cosas que le gustan y que se convertirá usted en una persona aburrida, por el contrario, Dios es un ser con un excelente sentido del humor, le gustan las cosas buenas, ya que las creo para sus hijos, para que en conjunto con El las disfruten, le invito a que de ese paso y lo compruebe.

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