Hace unas semanas conocí a Herfan, el taxista que me movió durante toda una semana en Costa Rica, al paso de un par de días ya nos habíamos hecho amigos y disfrutábamos la plática durante nuestros trayectos de un lado a otro por todo el país visitando a mis clientes, el me platicaba acerca de como su vida había cambiado y de que de las cosas que había planeado cambiar en su vida, solo le faltaba el dejar de fumar, pero que tenía muchos problemas para ello, según me contaba, le faltaban las fuerzas para resistir la tentación o la necesidad de fumar, yo le platiqué mi historia de cómo de fumar casi 30 cigarros diarios, pase a cero, obvio, no fue fácil, pero fue posible, la única diferencia de esta ocasión con las anteriores que lo había intentado es que me había decidido verdaderamente a hacerlo y no ha habido hasta el día de hoy, quien me convenza de lo contrario, y eso que ya había probado con parches, filtros, gomas de mascar y cuanta cosa había en el mercado para hacerlo, pero sabe qué?, la realidad es que no estaba decidido a hacerlo y no estaba convencido de pagar el precio, simplemente quería que un remedio mágico acabara con mi vicio, otra de las cosas que aprendí, es que todas las personas que hacen esos productos para dejar de fumar, nunca han fumado (esa es mi teoría), ya que nadie habla ni previene de esas ansias de hacerlo, es como si no entendieran a los fumadores.
Con el amor no es distinto, hay muchos que escriben sobre el amor y escriben cosas lindas que se parecen al amor, inventamos fechas relacionadas con el amor, en las que expresamos rápido y de manera hasta cierto punto preconcebida algo que llamamos amor pero le falta la verdadera sustancia, es como si amar en grupo o cuando los demás aman, y hay quienes están viéndonos fuera mas fácil amar, pero en pocas ocasiones vemos o escuchamos del verdadero amor, de aquel que simplemente no deja de ser, y no porque sean 2 personas el uno para el otro, sino simplemente porque hay una decisión de por medio, la de seguir adelante y no sintiendo, sino simplemente amando, no pensando, simplemente amando.
Hay quienes aseguran que el amor es ciego, yo no lo creo, pocas personas deciden sin ver, o sin calcular los riesgos, el amar es eso, ver los riesgos y aún así decidir hacerlo!.
Así como dice la cita de hoy, todo lo que se dice, se piensa, se siente y se cree acerca del amor, simplemente pasará, pero solo el amor permanecerá, porque es decisión y solo el que tenga bien clara esa decisión será quien haya amado verdaderamente.
Hoy le quiero preguntar lo siguiente: ¿hasta donde está usted decidido a amar?