Hace unos días alguien me escribió y me comentó que para las personas es difícil amar ya que no se conocen a sí mismas y que para amar deberían de conocerse para luego poder conocer a alguien más, a lo que respondí lo siguiente:

Mas que no conocerse las personas viven en una realidad alterna a la verdad, y piensan que lo demás no se dan cuenta, ¿cómo haría una persona para no conocerse si vive consigo misma todos los días?

Después de escribir ésta respuesta, me quede pensando largo tiempo ya que me di cuenta, a veces solemos vivir ante la negación de nuestra verdad, ya sea nuestra condición física, nuestros hábitos, nuestra madurez o lo que sea, pero nos escudamos ante un sin fin de escusas para no reaccionar de la manera adecuada y después cuando esos «detalles» salen a flote, simplemente le echamos la culpa a los demás e incluso nos damos el lujo de sentirnos heridos, ofendidos, engañados y utilizados por otros, después que sigue?, claro!, venganza!.

Es impresionante las personas realmente creen en esa frase que dice «del odio al amor (o viceversa) solo hay un paso», ¡que mentira tan grande!, será del enamoramiento a la confusión pero jamás del amor hacia el odio o de regreso.

Hay personas que cansan cuando habla uno con ellas, ya que para todo lo que pasa en su vida encuentran un culpable, lo interesante es que ese culpable jamás son ellas mismas, sin darse que el común denominador de sus conflictos con otros, de sus relaciones sentimentales fracasadas y de los chismes en los que están involucradas, son ellas mismas, no lo demás.

La cita de hoy es una cita corta, es una cita directa y una cita no del todo fácil de digerir ya que habla de no disfrutar de la injusticia, hmmmmm, injusticia, que interesante, ya que hay que comprender la injustica, no podemos, ni debemos ser injustos de acuerdo a nuestro entendimiento y mucho menos nuestra situación, solo hay una manera de ser justo, de acuerdo a la verdad y Jesús en su paso por esta tierra nos declaró que Él es el camino, la verdad y la vida, por ello no hay verdades alternas, ni verdades situacionales, hay una sola verdad y esta nos hará justos, pero no siempre nos hará estar cómodos, pero en definitiva, en cuanto adoptemos la verdad en todos los aspectos de nuestra vida y sobre todo en nuestras relaciones personales, nos acercaremos cada día más a la posibilidad de amar, y después de ello a ser amados, solo tenemos que empezar por ser justos y acercarnos a la verdad (Jesús).

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