¿Alguna vez le han decepcionado?, ¿alguna vez se ha esforzado por algo de tal manera que le puede doler el no conseguir el resultado que espera?, ¿alguna vez ha hecho algo por alguien y no ha sido correspondido de la manera que espera?, creo que la mayoría de los que leen estas líneas, si no es que todos debemos de admitir que alguna de estas situaciones nos han pasado en algún momento de la vida y es difícil en ocasiones sobreponerse a una situación de estas, si no entendemos como o porque nos pasan este tipo de cosas.

Dios nos dio algo muy especial con el poder de dar vida, mas allá de lo físico nos da el poder de vivir, nuestro corazón, cuando este esta ilusionado ya sea con un proyecto, con un trabajo, con una amistad o simplemente con una relación sentimental, esa sensación de poder entregarse y tener la oportunidad de recibir algo a cambio ilumina todo nuestro ser, de manera que tomamos bríos nuevos, pero si las cosas no salen o resultan de la manera que esperábamos, de la misma manera como de nuestro corazón manaba un sentimiento que nos hacia vivir intensamente, puede manar un sentimiento que nos puede amargar y no solo a nosotros sino a los que nos rodean.

La cita de hoy nos dice que del corazón mana la vida, pero no nos dice que el corazón sea inteligente e incluso me ha tocado escuchar que uno no puede escoger de quien se enamora, lo cual en mi personal opinión y fundamentado en la palabra de Dios es una mentira, ya que si podemos escoger de quien nos enamoramos y si podemos escoger a quien amamos, ya que ambos son resultado de una decisión, pero a veces tomamos la decisión con el corazón y no con el entendimiento, por lo que podemos ser engañados, ¿por quien? Por nuestro corazón mismo, la palabra de Dios nos advierte de ello (Jer 17:9).

En pocas palabras, el corazón es intenso, pero no debemos dejarlo actuar por si solo, ya que si lo entregamos a la persona, al proyecto o a la situación equivocada, lo mas probable es que salgamos lastimados, así como podemos ser una persona nueva y distinta para bien por un buen sentimiento que salga de el, podemos ser todo lo contrario.

Jesús nos recordó que El es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6), y si lo apoyamos en la cita de hoy, podemos entender que solo de nuestro corazón puede manar lo que venga de El para nosotros o para con los demás, pero si olvidamos poner como actor principal en nuestro corazón a Jesús mismo, estamos desperdiciando nuestro corazón.

Evalúe cada momento en el que se enojo, en el que amo y no fue correspondido, en el que le decepcionaron, en el que las cosas no salieron como usted esperaba a pesar de las muchas ganas le echo, si observa detalladamente, se dará que entrego su corazón a esa situación o persona, antes de involucrar a Cristo en ella, de manera que su expectativa iba hacia la persona o hacia la situación, pero no hacia Jesús.

Recuerde que el único que no nos puede fallar es Dios, así que a partir de hoy, le invito a que guarde su corazón para El primero y por medio de El en su corazón, decida amar a las personas y los proyectos que emprenda, se dará cuenta de cómo los resultados serán diferentes, serán mejores y siempre sin el riesgo de salir lastimado, que le parece?

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *