Que fácil es dar cuando se tiene de todo, ¿no lo cree?, ciertamente cuando nos va bien, en muchas ocasiones nos invade una sensación de querer compartir con otros nuestra fortuna y no me refiero a lo económico sino al hecho de que nos vaya bien, desafortunadamente en ocasiones este sentimiento nos aflora por la culpa de saber que no merecemos lo que nos sucede y queremos compartir lo que nos pasa para evitar perderlo, pero no por el hecho de simplemente hacer el bien a otros.

Ayer vi una película que me impacto ya que veía como una pareja de edad avanzada era en extremo feliz, ellos se tenían el uno al otro, en conjunto pasaban tiempo en un asilo de ancianos, pero no vivían ahí, iban diario a servir a otras personas mayores que ellos y en con menos ventajas y comodidades que ellos, que admirable, en una parte de esta película, había un grupo de jóvenes que era infeliz y que no lograba aquello que esperaba y sufría por ello, a lo que la mujer dice a su marido «enséñalos a dar, ayúdalos a que sus pensamientos se aparten de ellos y que encuentren la felicidad en compartir aquello que si tienen», es impresionante ver como su vida cambio por el puro hecho de cambiar su actitud y como las cosas que anhelaban, no solo  sucedieron, sino resultaron aun mejores de lo que esperaban, mas delante la esposa muere y el hombre de da cuenta que era fácil dar de sí cuando lo tenía todo ya que era feliz al lado de su mujer, y le costó trabajo, pero decidió aprender a dar de lo poco que e quedaba.

Jesús vino a darnos ejemplo de ello, El siendo Dios y teniéndolo todo a mano, dejo todo y redujo su posición a la de hombre y fue ahí, donde no tenía nada, que nos dio todo lo que tenia, y nos enseño la bendición no solo a la que podemos aspirar, sino la que podemos compartir con los que nos rodean.

No es necesario solo que hagamos labores altruistas, pero si puede hágalas, hay quienes son pobres pero de espíritu, quienes sufren y quienes pueden necesitar solo un oído o un consejo, si usted se siente que no tiene mucho o nada que dar, está en la situación perfecta, ya que está en la posición de Jesús, al no tener nada que dar, pero la disposición de servir ahí, es cuando Dios actúa por medio suyo y se puede usted llamar «bienaventurado»

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