Dice el dicho que lo que fácil se obtiene, fácil se pierde, es decir, nada de lo que venga por si solo será apreciado ya que tendremos la idea de que podrá llegar de nuevo o no le daremos el valor que requiere ya que no hemos tenido que pagar el precio por él.

Cuando cuestionamos el amor de Dios hacia nosotros no tenemos real idea de lo que cuestionamos, ya que El pago precio de sangre por nosotros, es decir, su propia vida, algo que difícilmente hacemos por los que tenemos cerca y amamos, con mayor dificultad lo haríamos por Dios en reciprocidad, al dar su vida pago el precio más alto, ya que lo que lavo con lo más perfecto que fue El, era lo más inmundo que empieza por nuestra indiferencia y termina por el más oscuro y profundo de los pecados.

Por tanto, me es difícil entender aun él porque nos resistimos a ser bendecidos, sabemos que tenemos la oportunidad de serlo, que solo es que nos acerquemos adecuadamente y con el corazón correcto y fluirá todo aquello que el precio de sangre pago, abundancia no solo económica, sino espiritual, familiar, etc., he escuchado a personas decir que ¡el precio a pagar para con Dios es demasiado alto! ¡Wow! Me he quedado perplejo ante ello, si solo nos pide que le conozcamos y que le obedezcamos y no ha puesto nada en su obediencia que no sea fácil de cumplir, su misma palabra lo dice «mi yugo es fácil y ligera m carga».

La cita de hoy nos habla de que Dios quiere hacer la bendición permanente en nuestras vidas y para ello necesitamos reconocer de donde vienen, para que así las podamos apreciar de la manera adecuada, por ello permite que pasemos por fuego y por agua, es decir por pruebas, pero siempre con la garantía de que El estará ahí para ayudarnos a salir adelante y para no salir lastimados, para que al terminar de pasar por la prueba, salgamos victoriosos y obtengamos la abundancia que estamos pidiendo o necesitando.

Las personas suelen decir «Dios por algo hace las cosas», eso es una mentira, Dios nunca hace «por algo» las cosas, siempre tiene un propósito en ello, siempre tenemos acceso a saber qué es lo que Dios espera de nosotros, solo que no sabemos y no queremos entender que es lo que nos está hablando, no queremos acercarnos de la manera adecuada y tenemos pereza de conocer al Dios vivo, muchos prefieren al que está colgado en la cruz ya que no se mueve, en vez de buscar al que resucito y que tras la prueba nos da poder y la garantía de que si pasamos en victoria esa prueba, jamás tendremos que pasar por ella de nuevo.

Pagar el precio para la bendición no es algo que se hace solo una vez, se hace todos los días al perseverar la santidad, pero es sumamente fácil una vez que tomamos una decisión verdadera, ¿que tan decidido esta usted?.

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