Creo que todos sabemos que debemos ser agradecidos y tratamos de serlo, pero el como lo hacemos puede marcar una gran diferencia en nuestra relación con Dios, y no por parte de El, sino por parte nuestra.
Recuerda que en ocasiones le he comentado que tendemos a sospechar que Dios ha intervenido en nuestras vidas, pero que en realidad no estamos seguros de porque o como fue que en realidad sucedió, y que por tanto solo nos queda la idea de la intervención divina?.
Creo que es emocionante el poder sospechar que Dios intervino en nuestra vida, pero mas lo debe de ser el que estemos seguros de ello y de entender porque o como Dios hizo las cosas, pero para ello tenemos que aprender a tener una comunicación mas abierta y de 2 vías con aquel que llena nuestra vida de favores, y es ahí donde muchos tienen problemas.
He notado que muchas personas usan el dar gracias a Dios como su oración cuando no están en necesidad, pero he visto también que es un escudo para no exhibir la poca intimidad que estas personas tienen con Dios, cuando oran en grupo, al bendecir los alimentos o en algún grupo, simplemente empiezan por dar gracias y de repente pasa lo inesperado… mente en blanco!, es decir empiezan con muchas ganas y quieren lucir el favor que Dios tiene para con ellos y de repente se dan cuenta que no están seguros de porque tienen que estar agradecidos y no les consta que Dios haya intervenido en ello, por tanto empiezan a dar gracias por todas las cosas que les da (es como decir 1, 2, 3 por mi y todos mis amigos), y cuando se dan cuenta que los demás están atentos empiezan a dar gracias por el haber despertado ese día, por el trabajo y por las cosas que son «seguras» para orar.
No es mi papel el juzgar la oración, ni la bendición, ni mucho menos la intimidad con Dios que tiene cada persona, lo que es mi intención es recordarle la importancia de tenerlas, sobre todo la intimidad con Dios, el orar en grupo (por ejemplo a la ora de bendecir los alimentos) no es un foro para lucir nuestra relación con Dios o para «no vernos mal» ante los demás, es simplemente una oportunidad mas de entrar en presencia de nuestro Padre y hacerle parte de la actividad de comer, el invocar sus promesas y hacer como los grandes hombres de la biblia, el hacerlo parte de nuestra cotidianidad.
El dar gracias es parte de nuestro ritual intimo con Dios, a los demás no les debe de interesar el detalle de cada cosa que Dios hace con nosotros, imagínese, se podría convertir en una competencia!, yo en lo personal tengo la costumbre de tomarme pequeños pero frecuentes momentos durante el día para agradecer al Padre, para interceder por aquellos que están en necesidad, así mi tiempo de oración, esta completamente libre para tener largos periodos de hablar con El, platicarle lo que hay en mi corazón y sobre todo efectuar la parte mas importante de la oración, el callar, escuchar y asegurarse que es la voz de Dios la que escuchamos…
Es la intención de Dios el bendecirnos, es su intención el que podamos entender cada cosa que hace para y por nosotros, y si es su intención el que aprendamos a agradecerle, pero siento en mi personal opinión que es el paso numero 2, primero tenemos que aprender a ver la mano de Dios en nuestra vida y después sera de hecho automático el que podamos dar gracias, pues sera ese el momento en el que veamos cuan poco hacemos nosotros aun por nosotros mismos y como Dios quiere y hace la diferencia en nuestra vida para que caminemos en sendas llenas de beneficios y favores de acuerdo a la estatura de ser hijos del Dios altísimo.
La cita de hoy nos habla que es voluntad de Dios que le demos gracias, pero tenemos que estar seguro de porque se las damos, tenemos que estar seguros de que sucedió porque lo pedimos y no simplemente porque sucedió y que lo que nos pasa es consecuencia de nuestra intimidad con el Padre.