Pablo el apóstol fue una persona asombrosa, a pesar de no haber sido parte de los discípulos de Cristo, le conoció en espíritu, podríamos decir que fue el primer cristiano (seguidor de Cristo) documentado de la biblia ya que creyó en El y vivió los beneficios de su muerte y su resurrección como ninguna otra persona.

Pablo escribió la mayoría de los libros del nuevo testamento y era una hombre que después de haber sido criado como Judío y conocer la palabra (Viejo Testamento) además de llevarla a cabo, entendió perfectamente como Cristo era la respuesta a todas las promesas y esperanzas del viejo pacto.

Pablo fue bautizado en el Espíritu Santo, hizo milagros según las promesas de Cristo, milagros le acompañaban a donde iba, ya que el Espíritu Santo le llevaba, sembró iglesias, lo cual le hizo ser apóstol,  pero lo mas asombroso es que aun siendo el mas destacado por la intensidad de sus obras y su fe entre los apóstoles (los 11 discípulos de Cristo), siempre estaba consiente de que aun le faltaba mucho por alcanzar la meta de la santidad, era un hombre que tenia bien dimensionada su naturaleza de hombre y lo frágil que era, mas creía al 100% que lo que hacia lo hacia en Cristo y no lo hacia por el mismo, por ello no se jactaba.

Hoy en día hay muchas personas que en su afán de aceptar su propia realidad tienden a compararse con otras personas y se conforman en no estar «tan mal» como otras personas, otros, llegan un paso mas allá y logran verse a si mismos en un espejo y ser honestos consigo mismos y se esfuerzan por cambiar unas cosas y se inventan una serie de pretextos para tratar de que otras no se vean tanto o bien se dicen a si mismos «nadie es perfecto», pero en realidad existe una sola medida con la cual podemos entender nuestra real situación, no necesitamos enfrentarnos con nosotros mismos, sino con Cristo, tenemos que reflejarnos en el espejo de quien fue cuando vino a este mundo, quien es y lo que nos enseña para que vivamos mejor.

Por tanto, tenemos mucho que hacer, pero le invito a que no lo sospeche, todos tenemos la idea de que nos falta mucho por parecernos a Cristo, pero la mayoría aun no sabe que es eso que les falta, por ello es muy difícil el comenzar, y claro, es como estar listos en la cocina, queriendo cocinar un pastel, con algunos ingredientes que sospechamos que son parte de la receta, pero sin una receta la cual seguir para que nos guíe a hacer un pastel rico y que podamos disfrutar no solo nosotros, sino también todos los que nos rodean.

Cuando piense en su caminar en Cristo, no voltee atrás y piense «mira cuanto has cambiado», tampoco mire hacia el frente y diga «mira cuanto te falta», pero podría decir «mira, cada vez te falta menos!», la medida esta puesta, solo usted se hará el camino mas fácil o mas difícil, entre mas lo piense, mas difícil se hará, pero conforme se decida a actuar, se dará cuenta que de no son sus fuerzas las que le hacen cambiar su manera de vivir, sino que son las fuerzas de El que le dan ánimos para seguir adelante.

Lo que hizo a Pablo asombroso no fue lo que hizo, porque ciertamente no lo hizo con sus fuerzas, el mismo lo reconocía, lo que lo hace asombroso es su disposición a hacerlo, después de haber sido un perseguidor de Cristianos, se hizo un seguidor de Cristo, fue ejemplo para muchos, mas no quiero dejar de preguntarle a usted, que le falta a usted para decidirse a ser ejemplo para muchos como Pablo?

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