A nadie nos gusta ser cuestionados por nuestra fe, por lo general somos defensivos cuando se nos cuestiona pero todos dentro de nosotros mismos sabemos que debemos hacer mas por nuestra relación con Dios, pareciera que nuestra conciencia nos acusara constantemente con nosotros mismos, ¿le ha sucedido?.
La pregunta obviamente no es «¿que debemos hacer?» sino «¿como o por donde empiezo?», y por lo general no podemos aspirar a algo sin saber a donde vamos a llegar o queremos llegar; Recuerdo hace algunos años sostuve una platica con una muy querida amiga que me decía algo así como «yo no soy una mala persona, no le hago daño a nadie, no robo no mato y trato de ser una buena persona», cuando lo dijo me estremeció, ya que era cierto, pero como le conteste en el momento, eso es lo mínimo indispensable, no podría esperar menos de ti y de mi, es como salir a la calle, no podemos salir sin vestirnos, pero eso aun no asegura que vayamos a tener una buena actitud allá afuera o que lo que hagamos vaya a ser productivo, espero haberme explicado.
Muchas veces al ejemplificar nuestra relación con Dios tratamos de compararnos con otras personas que hacen menos que nosotros pero difícilmente nos comparamos o queremos siquiera ver a personas que están evidentemente haciendo algo mas por ser bendecidos, cuando lo hacen, simplemente se justifican o usan una frase que consuele su situación.
Con esto no pretendo juzgar ni evidenciar a nadie, por el contrario, pero creo que a todos nos sirve mucho el estar consientes de hacia donde vamos en nuestro caminar con Dios, o mejor dicho, hacia donde deberíamos de ir, todos sabemos que queremos ir al cielo al morir, pero ¿entonces? ¿venimos a este lugar a «portarnos bien» para que después recibamos nuestra recompensa?, el que crea eso, esta completamente equivocado y le voy a poner un ejemplo.
El pueblo de Israel fue sacado de Egipto donde era esclavo, y fue llevado por Dios durante 40 años, en ese periodo Dios trabajo grandemente en forjar el carácter de los Israelitas ya que no podía permitir que con su mentalidad y costumbres de esclavos (las cuales habían adquirido a lo largo de 400 años), entraran a conquistar la tierra prometida, así que cuando finalmente entraron a la tierra, entraron como conquistadores y poseedores de la tierra, pero los beneficios no los recibieron cuando llegaron a la tierra prometida, cada vez mas Dios daba provisión y hacia milagros entre los Israelitas los cuales no llegaron con manos vacías a la tierra conquistada, de hecho Dios les pedía deshacerse de todo cuanto había ahí, así que cada Familia Israelita tomaba posesión de la tierra que le correspondía, pero ya llevaba su provisión de alimentos y bienes que habían acumulado a lo largo de sus 40 años por el desierto, así de asombroso como suena, pero el pueblo acumulo bienes en el desierto, ¿lo puede creer?.
Así mismo nos sucede a nosotros, estamos en un tiempo de preparación, para que? muy sencillo, Dios nos promete que gobernaremos esta tierra en conjunto con El, pero como la gobernaremos si nos conformamos con «no ser malas personas»?, como estaremos delante de Dios y podremos hacer lo correcto si nunca lo hemos hecho antes?, cual sera nuestro criterio de «Santidad» delante de Dios si nunca lo hemos experimentado a lo largo de nuestra vida en la tierra?.
Recuerdo una película acerca del nombramiento del Primer Ministro de Inglaterra donde tendría su primer encuentro como Primer Ministro con la Reina Isabel, aun siendo elegido por el pueblo de Inglaterra, y aun siendo ya oficialmente el Primer Ministro, no podía entrar a la presencia de la Reina sin conocer y llevar perfectamente a cabo el protocolo que ha sido diseñado para tratar a la Reina, también cuando entramos en un trabajo nuevo nos indican como nos debemos de comportar tanto dentro del trabajo, como el trato que debemos de tener con nuestros jefes, así de la misma manera tenemos que entender el significado el tener manos limpias (y no me refiero a lo físico solamente) y un corazón puro, para así poder entrar de constante a la presencia de Dios y el día que seamos llamados a vivir y gobernar junto con El, sepamos exactamente como hacerlo.